Un policía asesinó a su novia de 15 años

Fue sentenciado por «homicidio triplemente calificado y violencia de género» en Concordia, Entre Ríos. El uniformado de 40 la mató de un tiro en la cabeza en un ataque de celos. Tenían un hijo de 18 meses.

Abatió a su propia mujer. Un sargento de la policía entrerriana fue condenado a prisión perpetua por haber asesinado de un balazo en la cabeza a su pareja adolescente, Mariana Romero, madre de su hijo de un año y medio, en julio de 2013, en la ciudad de Concordia.

Se trata de Fabián Casas (40), quien el tribunal integrado por los jueces Martín Carbonell, Carolina López Bernis y Silvina Gallo consideró culpable del «homicidio triplemente calificado y de violencia de género» de la adolescente, de 15 años.

De esta manera, los magistrados hicieron lugar al pedido del fiscal Mario Guerrero quien en su alegato había considerado que el policía asesinó a su pareja «sin que mediara ningún tipo de agresión, en un contexto con antecedentes de violencia de género, manipulación y celos».

Por su parte, Pedro De La Madrid, abogado de Casas, había argumentado en el juicio que el hecho fue «sin intención» y que no estaba «dada la certeza necesaria para condenarlo y mucho menos a una perpetua». Sin embargo, el fiscal Guerrero destacó: «De ninguna manera podemos aceptar el argumento de que (a Casas) se le escapó el tiro».

El hecho ventilado en el debate ocurrió alrededor de las 12.30 del 28 de julio de 2013, en una casa situada en la Cortada 241, entre Leguizamón y las vías del ferrocarril, en la zona sur de Concordia, provincia de Entre Ríos, donde residían Casas, Romero, el pequeño hijo de ambos, y la madre y dos hermanos de la chica.

De acuerdo a lo establecido por los investigadores, el policía convivía con la adolescente desde que ésta tenía 12 años. El día del crimen, Romero recibió un balazo calibre 9 milímetros en la cabeza y si bien fue trasladada de urgencia al Hospital Felipe Heras murió minutos más tarde a raíz de las heridas.

En tanto, un vecino de la pareja declaró que, tras el crimen, Casas gritaba: «Mariana ¿qué hiciste?» y «Mariana te dije que no juegues con el arma», con la intención de desviar la pesquisa.

Además, los vecinos reconocieron que la pareja tenía discusiones frecuentes y que el policía le impedía a la chica relacionarse con amigas y completar sus estudios, los que tuvo que abandonar antes de los 13 años, cuando quedó embarazada.

El único testigo presencial del crimen fue un hermano de la víctima, de 13 años, quien contó a la Policía que Romero y Casas «estaban discutiendo y él sacó su arma y le disparó».

Este chico declaró que la discusión se había iniciado porque su hermana quería ir a almorzar a la casa de su abuela y Casas se lo impedía diciéndole: «Vos querés ir a ver machos».