El comandante del Costa Concordia rompió el silencio
El polémico Francesco Schettino declaró hoy en el proceso judicial por el naufragio del buque en enero del 2012 que provocó 32 muertos. El ex capitán está imputado por homicidio y podría ir 20 años a la cárcel.
En el juicio que se lleva adelante por el hundimiento del buque Costa Concordia, que dejó un saldo fatal de más de 30 muertos, el fiscal Alessandro Leopizzi intentó comprender por qué Schettino, de 54 años, tardó tanto en dar la orden de evacuación de la nave.
El ex capitán afirmó que retardó en dar la alarma «porque quería hacer llegar la embarcación lo más cerca posible de la isla del Giglio».
«En caso contrario, si hubiésemos dado los 7 silbidos breves y uno largo, con las vibraciones que hubo, la gente se habría lanzado al mar», indicó.
Esta fue la respuesta que dio Schettino al fiscal, en relación al motivo por el que no dio de inmediato la alarma a los pasajeros. En la nave «yo como comandante, soy el primero después de Dios», dijo el ex capitán al fiscal justificando su conducta.
El ex capitán, que abandonó la nave, está acusado de homicidios múltiples y daños al ambiente. La fiscalía prevé solicitar una condena de más de 20 años de cárcel.
El imputado respondió que la decisión fue producto de un largo trabajo de maduración y no podía ser tomada a la ligera, para evitar el pánico a bordo del crucero Costa, que transportaba más de 4.200 personas entre pasajeros y tripulación.
El martes, ocasión en la cual testimonió por primera vez en este proceso iniciado en julio del 2013, subrayó que estuvo mal informado por la tripulación.
Schettino declaró el martes que no informó del cambio de ruta del buque porque no estaba prevista ninguna parada, y criticó el silencio de su tripulación, que no le avisó de la cercanía a las costas.
La embarcación chocó contra las rocas del Giglio cuando la nave se acercó demasiado a los escollos porque el comandante quería hacer una reverencia a la isla y a un ex capitán jubilado que reside ahí.