Bióloga destacada

Natacha Chacoff forma parte del equipo cuyo trabajo fue elogiado por una revista científica francesa. Producción y ecología son compatibles.

“No es ser mala onda, ¡pero eso se sabe hace añares!”. Ese fue el primer comentario que recogió en LAGACETA.com la noticia de que una tucumana,Natacha Chacoff, participó de un trabajo que fue seleccionado por la revista científica francesa “La Recherche” como el “descubrimiento del año”. Otros, más cautos, sugirieron esperar a conocer el fondo de la cuestión.

Por ese motivo, decidimos darle la palabra a Natacha y fuimos a visitarla a su lugar de trabajo, el Instituto de Ecología Regional de la Facultad de Ciencias Naturales, en Horco Molle.

Allí entendimos lo de “el descubrimiento del año”. Podríamos sintetizarlo así: la Ecología y la productividad agraria no son incompatibles; todo lo contrario. Contundente, ¿no?

La investigación que condujo Lucas Garibaldi, joven docente e investigador de la Universidad de Río Negro y del Conicet, constató que los polinizadores silvestres son dos veces más eficientes (en el sentido de aumentar la producción de frutos en cultivos) que las abejas “manejadas”, o sea las que se crían para producción de miel (apis mellífera), y que habitualmente se llevan y se traen a los campos en tiempos de floración.

Podrán preguntarse por qué esto es tan importante… La respuesta es sencilla: se ha constatado que disminuye progresiva y cada vez más rápidamente la población de insectos silvestres. Y es grave, pues el 90 % de las especies florales depende, para dar fruto y reproducirse, de polinizadores.

Aún hay más: este “descubrimiento del año” tiene implicaciones en nuestra salud, ya que el 75% de las especies vegetales necesarias para una alimentación saludable dependen de polinizadores.