Alcaldesa antinarcos
La gente está contenta y el pueblo en general suspiró aliviado porque en Guichón esta gente había sembrado el pánico, el miedo y el terror», dijo un vecino a El País, manteniendo en reserva su identidad.
Más allá del procesamiento de Francisco Arbelo, el narco que tuvo al pueblo bajo amenaza constante durante casi un año, en Guichón hay un miedo que persiste ya que la propia alcaldesa recibió nuevas amenazas, aun con el individuo en prisión, según indicaron los propios vecinos del lugar.
Lourdes Suárez, fue consultada por El País respecto a este tema, pero prefirió no hablar del mismo. La jerarca departamental no negó ni confirmó estas nuevas amenazas.
«Los jóvenes y adolescentes han comenzado a retornar a actividades que no hacían antes. Había un momento que Guichón se transformaba en un pueblo fantasma porque nadie quería salir de su casa», dijo uno de los vecinos.
«Sentíamos miedo, pánico», es la frase que más se repite hoy, luego del procesamiento de Arbelo.
«La gente sabía todo lo que pasaba acá. El pueblo entero estaba al tanto de donde se vendía la droga, donde se plantaba, quien era consumidor, quien no. Pero por suerte tenemos una autoridad que se puso los pantalones para denunciar lo que estaba pasando», señaló otro vecino del lugar.