No más víctimas de la imprudencia vial
Siete personas perdieron la vida en diferentes accidentes automovilísticos registrados en rutas de nuestra provincia. Los desenlaces fatales se produjeron en distintos departamentos de Mendoza y las causas siempre son las mismas: impericia conductiva y excesos de confianza en el manejo.
Nada tienen que ver el estado de las rutas, su marcación, la cartelería existente y demás consecuencias que siempre se busca poner como elemento de defensa tras protagonizar este tipo de accidentes viales.
Las personas fallecidas tampoco tienen un promedio de edad donde se pueda ingresar al plano estadístico que tanto le gusta manejar a una ONG local para dar cuenta de este flagelo que sigue limando el corazón de miles de familias, que al año, pierden a uno o más de sus integrantes.
Además, cuando estos accidentes ocurren nada tienen que ver los organismos de seguridad, ya que, los mismos ocurren por causas propias de la pérdida de sentido en el manejo conductivo prudente, exceso de velocidad, poca reacción óptica ante obstáculos posibles y el mal estado o la pérdida de conciencia del conductor y los ocupantes de los rodados siniestrados.
Nadie podrá devolver esas vidas que se fueron por errores conductivos. Los llantos desgarradores continuarán. Las familias desarmadas jamás podrán corregir estos errores.
Por eso, la responsabilidad es solamente de nosotros. Corrijamos a tiempo y evitemos derramar lágrimas de dolor.
Redacción/Juan Carlos Martínez