Dilma entregará la Copa
Los futuros campeones del Mundial de Brasil recibirán la Copa del Mundo de manos de la presidente del país anfitrión, según confirmó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.
La presencia de Rousseff estaba en duda por el temor oficial a una silbatina, el mismo que obligó a cancelar las palabras de la mandataria en la apertura de la Copa.
La ceremonia está prevista para el 13 de junio en el Maracaná de Río de Janeiro. Es tradición que el cierre del Mundial cuente con la presencia del presidente del país anfitrión, además del titular de la FIFA, el eterno Joseph Blatter, y un representante de la confederación a la que pertenezca la selección campeona.
Pero el malestar social que ha antecedido a la Copa en Brasil, con protestas a diario contra los costos de la organización, hizo temer a Brasilia que la presencia de Rousseff no sería bienvenida en los estadios. En todo caso, el Gobierno no quiso repetir las malas experiencias de la Copa Confederaciones de 2013, cuando Rousseff apenas pudo participar.
Las dudas para el acto de cierre del Mundial apenas fueron disimuladas por el Gobierno. Consultado sobre un eventual discurso presidencial en la ceremonia, el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, respondió: «Creo que no».