Sabella juega al misterio
El técnico de la Selección mantuvo en reserva la posibilidad de cambios tácticos, al margen de la variante obligada por la suspensión del defensor Marcos Rojo en el partido del sábado próximo ante Bélgica.
Por segundo día consecutivo luego del extenuante compromiso de 120 minutos ante Suiza, el entrenador le brindó descanso a los habituales titulares y postergó el ensayo futbolístico formal, que podría darse mañana durante el reconocimiento del Estadio Nacional «Mané Garrincha».
A puertas cerradas, bajo un sol y calor intenso en la mañana de Vespasiano, el plantel argentino desarrolló una práctica sin exigencias a la espera del viaje que esta tarde realizarán rumbo a la capital brasileña.
El capitán Lionel Messi y el resto de sus compañeros del once inicial realizaron un ejercicio recreativo de fútbol tenis y luego descansaron sobre el césped de una de las canchas del predio Cidade do Galo, situado en la localidad de Vespasiano, 21 kilómetros al norte del centro de Belo Horizonte.
El entrenamiento tuvo un clima de absoluta distensión y terminó con algunos de los titulares, incluído Messi, jugando al «fútbol-básquet» con un tacho de basura como aro.
Quienes trabajaron de un modo más intenso fueron los suplentes, entre ellos el defensor José Basanta, que casi con seguridad ocupará el lateral izquierdo en el partido con Bélgica.