Sabella dirigiría los próximos amistosos
Más allá del resultado, del plano deportivo, de la oportunidad perdida y de la sentencia de la final contra Alemania, este grupo del seleccionado ha dejado una huella y una transmisión de valores que, por una cuestión generacional, está a un paso del epílogo con la camiseta celeste y blanca. Cada uno de los integrantes del plantel se propuso, en el Mundial Brasil 2014 , condecorar sus largas y respetadas trayectorias con una gran coronación que no llegó. El futuro de estos jugadores en la selección no es el único interrogante planteado, porque, más allá de que Alejandro Sabella rehuyó hablar de su continuidad, es un secreto a voces que él considera que su ciclo está agotado y que está estudiando cómo comunicarlo de la mejor manera posible.
Camino a lo que se viene, además de ser subcampeón en un Mundial, como no sucedía desde Italia 90, quedaron confirmaciones positivas de nombres en lo futbolístico que es bueno resaltar. A las figuras consolidadas que traía el seleccionado se sumaron las actuaciones de Sergio Romero, Ezequiel Garay, Marcos Rojo y Lucas Biglia como nombres para continuar en el equipo en el corto plazo. Es decir, para los amistosos con Alemania, en septiembre, en Düsseldorf, y con Brasil, en octubre, en China. Y especialmente con miras a la Copa América del año que viene, en Chile. Esta camada aún tiene recorrido para dar. Más allá de lo que suceda con Sabella, el próximo entrenador deberá apelar a una fuerte apuesta motivacional para que los futbolistas no se dejen ganar por el desaliento de la dura frustración vivida en el Maracaná.
El otro componente inevitable de la selección es que se viene un proceso de transición a largo plazo. Porque está claro que varios de estos jugadores están en condiciones de jugar la Copa América de Chile del año próximo, pero el interrogante queda abierto con vistas al Mundial de Rusia 2018.
Los valores demostrados por jugadores como Mascherano deberán traspasarse a nuevos apellidos, para cultivar en ellos un sentido de pertenencia con el seleccionado. La necesidad de saldar una deuda con los títulos siempre estará presente, pero ahora habrá que hacerlo con los que queden de este plantel y con lo que aporten las generaciones que vienen. Allí es donde el fútbol argentino deberá responder si podrá mejorar la técnica de los jugadores, una cuestión que quedó en evidencia en las oportunidades desperdiciadas ante los alemanes.
«No puedo pensar en el futuro. Ahora quiero descansar y estar con mis colaboradores y con mi familia. Sé que el seleccionado tiene compromisos asumidos, con Brasil y Alemania [el 7 de septiembre, en Düsseldorf]. Después veré…», sugirió Sabella, cuyo vínculo con la AFA terminó con la finalización del Mundial, pero que podría prorrogarse automáticamente para los amistosos de este año. Hasta no hace mucho tiempo, el entrenador tenía decidido anunciar su alejamiento tras Brasil 2014. «Tengo la certeza de que Alejandro no va a seguir en la selección. Él toda su vida soñó con esto, lo buscó y trabajó en esto. Pero ya le dio a la Argentina lo que tenía que dar», adelantó Eugenio López, representante del entrenador, en declaraciones radiales 48 horas antes de la final de la Copa del Mundo.
A la espera de lo que se confirme con Sabella, la danza de candidatos a ocupar el cargo siempre depende de los escenarios y las coyunturas. La intención de la AFA es que continúe al menos hasta la Copa América, y buscará convencer al DT en las próximas semanas.
Si la cuestión debe resolverse con celeridad, hay nombres que están descartados. Uno de ellos es Diego Simeone, que está enfocado en su tarea en Atlético de Madrid y que abiertamente reconoció que no es su tiempo en la selección, ya que aún debe prepararse más para asumir la responsabilidad. Otro es Ricardo Gareca, que está en los primeros pasos de su experiencia en el fútbol brasileño al frente de Palmeiras. Gerardo Martino, de reciente experiencia en Barcelona y con pasado como entrenador de selecciones en Paraguay, es una alternativa liberada, pero los interrogantes más palpables acerca de sus posibilidades tienen que ver con sus profundas críticas a la organización del fútbol argentino, un punto que alguna vez molestó al titular de la AFA, Julio Grondona.
Para la selección se avecinan tiempos de cambios, de asumir otros retos. Ése es el primer paso de un seleccionado que vivió un Mundial inolvidable. Desde un digno lugar se deberá preparar para la Copa América de 2015 y para emprender una inevitable búsqueda de nuevos valores para sumarse a los que bien ganado tienen su lugar.