Hubo renuncias masivas en la CABB
Ayer también se alejó Ricardo Siri, vicepresidente 1° en funciones tras la renuncia de Zanni; apenas cuatro dirigentes mantienen sus cargos; la Secretaría de Deporte nombraría un interventor en las próximas horas.
La situación era insostenible. A un mes del Mundial, la comisión directiva de la Confederación Argentina de Básquetbol renunció en forma masiva ante las presiones políticas. Se cumplió así, el deseo de los jugadores de la Generación Dorada, que amenazaban con no participar en España 2014 si la actual dirigencia no daba un paso al costado.
A la salida del presidente Daniel Zanni, entre anoche y las primeras horas de hoy dimitirán Ricardo Siri, vice 1° (Chaco), Guillermo Lombardi (vice 2°), Vicente Castellano (secretario), Carlos Álvarez (prosecretario), Gerardo Montoya (tesorero), Sergio Gatti (protesorero) y los vocales Mario Ontivero, Othar Macharashvili, Juan Ordenavia, Rubén Labarere y Marcelo Golob.
Cuatro dirigentes no tenían en mente dejar su cargo anoche: Fabián Borro (vicepresidente 3°) y los vocalesRaúl Foradori (Santa Fe), Juan Carlos Cuadri (Jujuy), y el vocal suplente Rubén Martínez (Misiones)
Borro no puede tomar el mando, porque al haber renuncias masivas, el estatuto indica que debe llamarse a elecciones obligatorias. Pero ese comicio también quedaría en suspenso si se produce lo que todos esperan en las próximas horas: la intervención de la Secretaría de Deporte.
Para ocupar ese espacio, a última hora de ayer surgió el nombre de Federico Susbielles, un ex basquetbolista. Se trata de un integrante de la agrupación kirchnerista «La Güemes», que fue director ejecutivo del PAMI de Bahía Blanca y ahora se desempeña como gerente en PAMI Nación. En su época de basquetbolista, «Chubi» Susbielles supo integrar el histórico equipo de Pacífico, de Bahía Blanca, que llegó a las semifinales de la Liga de 1988.
la nacion intentó hablar con fuentes de la Secretaría de Deporte, pero no fue posible comunicarse. Como el desembarco de Espínola y sus hombres sería una intervención «de hecho» y no jurídica -no intervendría la Inspección General de Justicia, que anteayer allanó las oficinas de la CABB-, la participación de la selección en el Mundial no corre riesgos.
«No tengo idea de quién va a manejar la CABB a partir de mañana [por hoy]», contó a la nacion Ricardo Siri, vicepresidente 1º a cargo de la entidad tras la renuncia de anteayer de Daniel Zanni. Y agregó enojado: «Preguntale a Espínola… Yo ya no voy a estar». El planteo de Siri se apoya en el derecho que les dio una elección legal. Pero las presiones fueron demasiadas: «Una solución razonable y democrática era esperar la auditoría y que den un paso al costado todos los que estuvieran involucrados. Hay dirigentes buenos y hay otros no tan buenos. A mí me señalan porque fui el vicepresidente 1° de [Germán] Vaccaro (anterior presidente también renunciante). Yo no hice nada, me quiero quedar. Pero sin apoyo económico del Estado no se puede gobernar».
Siri, cercano al Jefe de Gabinete Jorge Capitanich, supo ayer que ya no había caja para él, y agregó: «Estamos haciendo esto [las renuncias masivas] para que no se nos acuse de que no permitimos a los jugadores ir al Mundial. Y para que no se haga una intervención jurídica».
En rigor, las salidas de los dirigentes cuestionados por los jugadores [como Vaccaro] allana el camino para que se cumplan los pasos exigidos por los integrantes de la Generación Dorada, quienes arrastran deudas por sus participaciones con el seleccionado desde 2011. Las salidas masivas suponen la llegada de Espínola y su gente (una decisión pedida por los integrantes del seleccionado, y también por el gremio de los basquetbolistas, que comanda Michael Stura).
La tesorería de la CABB está asfixiada: el pasivo estimado de la entidad se ubica entre los $20 y $25 millones. El único rescate posible era el del dinero del Gobierno, que tuvo que elegir entre los jugadores y los dirigentes. La decisión está a la vista.
La confección de una auditoría para saber en qué estado financiero estaba la CABB fue una de las primeras (y únicas) decisiones que tomó el santiagueño Zanni en su efímero paso por la CABB. La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires se iba a encargar de auscultar los libros de la entidad. Habrá que ver qué sucede ahora con la posible intervención.
Zanni, que había llegado a la presidencia por apenas dos votos de diferencia sobre Siri (12 a 10), se presentaba como el normalizador de la situación. Renunciado Vaccaro luego de la lapidaria carta de los integrantes de la Generación Dorada, y con un mato de sospechas sobre su gestión, Zanni intentó convencer a los jugadores de que sólo se concentraran en su tarea dentro de la cancha.
Pero el lunes pasado, el santiagueño -también subsecretario de deporte en su provincia- recibió un llamado del gobernador, Gerardo Zamora, quien le pidió que se definiera: o mantenía su cargo político o se quedaba en la CABB. Zanni optó por su puesto provincial.
Sobre la acefalía de la CABB, Siri se pregunta: «¿Quién se va a hacer cargo de las cuestiones del básquetbol, comisiones de campeonatos, del torneo federal..? Tuvimos mucha presión de los jugadores de la Generación Dorada y del Secretario Camau Espínola. Nos prejuzgaron».