Un misterio que resolvió el ADN
Se sabía que la hija de Estela de Carlotto fue secuestrada junto a su pareja, pero se desconocía su identidad. Era un militante montonero que había escapado de Caleta Olivia a La Plata.
El día que Laura Carlotto fue secuestrada en una confitería de Capital Federal estaba junto a su pareja, cuya identidad era un misterio hasta hoy. Apenas se sabía que los llevaron a la Escuela de Mecánica de la Armada y al poco tiempo, al centro clandestino de detención La Cacha, en La Plata, adonde el joven fue torturado y asesinado frente a su compañera. Ella sobrevivió un tiempo porque estaba embarazada. Parió a Guido en el Hospital Militar porteño y a los dos meses la asesinaron.
Claudia, hermana de Laura, contó en una conferencia de prensa en la que confirmaron que encontraron a Guido, hasta ayer desaparecido. «Con el equipo de investigación de la Conadi (Comisión Nacional para el Derecho a la Identidad) hicimos un trabajo que tuvo que ver con la reconstrucción de los grupos militantes que venían del sur y llegamos a la conclusión de que probablemente el compañero de Laura era Oscar Montoya, de Caleta Olivia, que había escapado a La Plata», señaló.
Sin embargo, faltaba una prueba irrefutable, el ADN. Y así fue. A fines de 2006, los padres de Montoya, José y Hortensia Ardura, que viven en Caleta Olivia, Santa Cruz, dejaron una muestra de su sangre en el Banco Nacional de Datos Genéticos con la esperanza de que algún día apareciera ese nieto del que ni siquiera tenían certeza de su existencia. Este martes lo confirmaron: Guido es hijo de Laura Carlotto y Oscar Montoya.
«El abuelo murió y la abuela tiene 91 años. Nos comunicamos con el tío de Guido, Jorge Montoya, que lloraba a mares y nos dijo que la abuelita celebraba diciendo ‘tengo un nieto, tengo un nieto'», precisó Claudia Carlotto en la conferencia de prensa. «Lo importante es que acá se encontró la verdad de la identidad de Guido y la verdad de Oscar y Laura, que es una historia de amor clandestino que dejó este fruto tan amado», agregó.
Infobae trató de comunicarse con la abuela, pero la mujer no pudo hablar por la emoción.
Oscar Vladimir Montoya nació el 14 de febrero de 1952 en Comodoro Rivadavia, Chubut. Militaba en la organización Montoneros, donde lo llamaban «Puño» o «Petiso». Más tarde, en La Plata, adonde se mudó para escapar de la dictadura, lo apodaron «Chiquito». Allí conoció a Laura.
Sus restos fueron hallados en mayo de 2009, gracias a un trabajo de la Iniciativa Latinoamericana de Identificación de Personas Desaparecidas. Lo habían enterrado como NN en el Cementerio de Berazategui el 27 de diciembre de 1977. Su identidad fue reconocida por la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos Aires.
En abril del año pasado, se inauguró en su honor una sala de música en Cañadón Seco a la que se bautizó con su nombre, por su activa participación cultural en la zona antes de su desaparición. Allí integró el trío «Nosotros». Era músico. Igual que su hijo, Guido.