Lorenzetti ordenó a los jueces
El presidente de la Corte explicó que los jueces sólo pueden hablar del litigio con los holdouts «a título personal» porque el máximo tribunal no puede emitir «una posición institucional» respecto al tema. Pidió respetar la «autonomía del Congreso».
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, se refirió por primera vez a la batalla judicial que enfrenta el país con los holdouts y aclaró que el Máximo Tribunal no emitió nunca un pronunciamiento oficial sobre el litigio o la sentencia del juez federal de Nueva York Thomas Griesa, simplemente porque no puede hacerlo.
«Una cosa es una opinión personal, que da un juez a título académico, y otra es la posición institucional del Poder Judicial», sostuvo Lorenzetti en referencia a las declaraciones de su colega, Eugenio Zaffaroni, quien comparó a Griesa con un «juez de Avellaneda».
Sobre esa limitación, abundó: «Nosotros no podemos opinar sobre un juez extranjero ni sobre un fallo porque nosotros sostenemos que las sentencias se tienen que cumplir, en la Argentina y en todos lados».
De todas formas, se permitió expresarse brevemente sobre el tema. En declaraciones al Canal 26, consideró que la causa argentina «es una situación muy difícil» y remarcó que ahora «ha pasado al Congreso», con lo cual -continuó- «es importante que respetemos la autonomía y la independencia del Parlamento para tratar este tema, lo discuta y maneje las distintas opciones que hay».
«Esto nos parece muy importante, porque todos debemos pensar en el país y en el futuro», dijo e insistió en que la Corte tampoco puede realizar observaciones «sobre lo que está en el Congreso».
En otro orden, consultado sobre la relación que la Corte Suprema y todo el Poder Judicial mantiene con el gobierno de Cristina Kirchner, intentó bajarle el tono a las duras acusaciones de la mandataria para con gran parte de los jueces.
«No hay ninguna crisis de poderes, ni que la hayamos tenido», comenzó aseverando para luego esbozar su punto de vista sobre la ríspida relación que mantienen los miembros del máximo tribunal con la jefa de Estado: «Hay fallos que gustan y otros que no, pero nosotros tenemos que aplicar la ley por igual, le guste o no le guste a quien tengamos enfrente, así sea el Poder Ejecutivo, el Legislativo o quien sea».
Lorenzetti minimizó las diferencias con el Gobierno al sostener que «lo mejor que puede pasar es que la Corte diga opiniones y que los otros poderes también den sus opiniones de acuerdo a sus funciones. Eso forma parte de la Democracia, no hay que asustarse».