Apartan a Luca de Montezemolo de Ferrari
La difícil crisis por falta de resultados en la Fórmula Uno de la marca Ferrari hizo explosión esta mañana con el anuncio de la renuncia de Luca Cordero de Montezemolo, que durante 23 años fue presidente de la compañía cuyo propietario al 90% desde 1969 es el grupo Fiat. Será sustituido por su adversario, el administrador de la compañía de Turín, Giovanni Marchione.
En realidad, el aristocrático piamontés Montezemolo, de 67 años, fue desplazado de Ferrari tras el último desastre deportivo, consumado el domingo pasado en el Gran Premio de Monza, escenario de tantos triunfos de la Casa de Maranello, un pueblo en la región emiliana vecina a Módena.
Luca fue también presidente entre 2003 y 2010 de la Fiat para asegurar la transición de John Elkan, joven nieto de Giovanni Agnelli,su hermano menor Umberto, ambos muertos de cáncer con pocos años de diferencia. Montezemolo fue uno de los pilotos de aquella crisis y con lealtad sirvió los intereses de la familia Agnelli, que encontraron en el nuevo administrador de la Fiat, Giovanni Marchione, el cerebro que necesitaban para salvar de la decadencia final al séptimo grupo mundial productor de autos, camiones y muchos otros medios de transporte.
Fiat, la principal industria privada italiana, vive una nueva era de prosperidad gracias a la visión estratégica de Marchione, apoyado firmemente por el presidente de la Fiat, John Elkann Agnelli. Marchione hizo comprar a la Fiat una parte de la Chrysler que estaba practicamente en bancarrota y a comienzos de este año, con el apoyo del presidente norteamericano Obama, la tercera industria automovilística de EE.UU. fue adquirida definitivamente por la casa italiana.
El nuevo grupo Fiat-Chrysler, que ahora tiene su sede legal en Holanda, está por ser cotizado en Wall Street con el aporte de la Ferrari. Ante la noticia de que Montezemolo había sido de hecho «renunciado», el título de Fiat voló en un «boom» incontenible en la bolsa de Milán.
Luca de Montezemolo recibió una oleada de elogios y gracias por parte de la familia Agnelli, pero Marchione reconoció que había «diferencias de opiniones». El domingo, cuando Ferrari quedó cuarta en el campeonato de constructores y fue borrada de los ocho primeros puestos en el Gran Premio de Monza, Montezemolo anunció que se iría dentro de tres años, pero Marchione dijo que «nadie es indispensable» y que «tenemos dos pilotos que son campeones del mundo pero hace seis años que no ganamos un campeonato de Fórmula Uno». Fue el veredicto final.
Ferrari es la marca mágica en la imaginación de los «tuercas» del automovilismo. Ninguna otra «máquina», como la llaman los italianos, ha ganado tantos títulos. El primer triunfo de una Ferrari lo consiguió el piloto argentino José Froilán González en Silverstone (Inglaterra) en 1951. El «commendatore» Enzo Ferrari mostró hace 35 años en una entrevista con «Clarín» que junto a su escritorio tenía en la pared una foto de la histórica victoria del «Cabezón» Gonzalez.
Juan Manuel Fangio fue campeón mundial con una Ferrari. También Carlos Reutemann corrió para la casa de Maranello y es un amigo de Montezemolo.
Luca de Montezemolo recibirá una indemnización multimillonaria por su salida de la Ferrari. Se mencionaron 14 millones de euros, pero el monto será de tres cifras porque su opciones de acciones de la compañía superarían los 300 millones de euros, unos 400 millones de dólares.
Amigo del jeque del pequeño pero riquisimo emirato del Golfo Abu Dhabi, Montezemolo suena como el futuro presidente de la compañía aréa de bandera Alitalia, que ha sido adquirida por Etihad, la compañía del emirato, que invertirá 1700 millones de euros y que comenzará a operar con sus nuevos dirigentes árabes en noviembre.