Se quedó ciega, pero con un golpe volvió a ver
Con sólo 11 años, a una neozelandesa le hallaron un tumor cerebral que le hizo perder la visión por completo. Pero a los 24, chocó con una mesa y esto le permitió volver a ver de manera parcial. «Nadie sabe qué pasó, pero fue maravilloso», confesó emocionada la mujer.
Cuando Lisa Reed era sólo una niña, le encontraron un tumor cerebral que le presionaba el nervio óptico. Luego de varios años con dificultades, perdió la visión por completo a los 11 años.
Con la ayuda de un bastón y de un perro lazarillo, la neozelandesa oriunda de Auckland, aprendió a desarrollar su vida como muchas otras personas que padecen de ceguera. Pero todo cambió a los 13 años.
El 15 de noviembre del 2000, como hacía habitualmente antes de irse a dormir, buscó a Ami, su perra, para desearle buenas noches. La encontró acostada debajo de una mesa, así que se agachó y la besó. Pero al levantarse, perdió el conocimiento y se golpeó fuertemente la cabeza. Luego, una vez que se le pasó el fuerte dolor, se fue a acostar a su cama.
A la mañana siguiente, se levantó y notó que había algo diferente, ya que después de algunos segundos de desconcierto, se dio cuenta que había recuperado parcialmente la visión.
«Nadie sabe qué pasó, ni puede explicarlo», contó el Daily Mail Australia. «No puedo describir lo que sentí. Fue fantástico, maravilloso. No se puede imaginar lo que significa no poder ver y luego, de repente, poder. Es un regalo ver el mundo nuevamente», agregó.
La Fundación para Ciegos de Nueva Zelanda, que fue fundamental para ayudarla a atravesar sus años de ceguera, cuenta su historia como ejemplo para difundir la Semana de la Ceguera, que organiza entre el 29 de octubre y el 3 de noviembre. Con su apoyo, busca recaudar fondos para ayudar a muchas personas más.