Nobel de Economía criticó a los buitres
El premio Nobel de Economía, Nouriel Roubini, reclamó ayer la necesidad de «poner un freno a los fondos buitre» y denunció que la Argentina es víctima de esos operadores financieros internacionales «que usan el sistema judicial mundial» para presionar a las naciones que intentan llevar adelante «restructuraciones justas» de sus deudas soberanas, retrató Tiempo Argentino.
Al brindar una conferencia en el 2º Congreso Internacional de Responsabilidad Social en La Rural de Palermo, el economista exhortó a la comunidad internacional a reformular los marcos jurídicos para evitar los ataques de los fondos buitre. En ese orden, destacó la iniciativa que el Grupo de los 77 más China (G77+China) acercó a Naciones Unidas (ONU) para que los países del mundo puedan organizar en esas «restructuraciones justas».
Roubini inscribió la transformación legislativa como uno de los objetivos centrales frente a las tendencias que se advierten en la economía mundial.
En ese marco, el analista destacó el rol que asumieron los mercados emergentes tras la recuperación económico-financiera posterior a la crisis de 2009, y puso especial énfasis en las características de la economía argentina para los años que vienen. «Los emergentes son el futuro», sintetizó el expositor, quien se refirió sin embargo a la desaceleración que sufren esos mercados por factores externos, entre los que mencionó «el viento de frente que empuja la caída de China», la suba de las tasas de interés en Europa y la finalización «del superciclo de las commodities» como consecuencia de la entrada de nuevos productores a los mercados mundiales.
En cuanto a las políticas, el premio Nobel subrayó la inversión pública para motorizar la actividad. Como contracara, apuntó contra las empresas privadas que «no están haciendo inversiones» con lo que propician la baja en la creación de empleo y consecuentemente la reducción del consumo.
A propósito, Roubini enfatizó durante su discurso la centralidad de la distribución del ingreso y apeló nuevamente a la responsabilidad de las corporaciones. En ese punto alertó por la acción de «las élites que tienen poder de lobby y poder de voto» y advirtió sobre la combinación de «dinero y corrupción» que tiene «resultados en la política económica». En esa línea, el Nobel de Economía aseguró que de pronunciarse las diferencias sociales que favorece el orden económico mundial «puede haber una revolución» porque las empresas privadas no contratan: «Están reduciendo los costos laborales, eso es menos consumo y más peligro para las empresas», insistió Roubini, quien abogó por «políticas que sostengan el consumo de los trabajadores».
El especialista describió por otra parte el entusiasmo internacional con la explotación de combustibles fósiles y destacó en ese sentido que «la Argentina tiene grandes reservas de shale gas».
El pronunciamiento del economista de origen turco se suma a las declaraciones mundiales que apoyaron la posición del país en su litigio con los fondos especulativos y, por extensión, el rol que cumple el país en el tránsito hacia una posible modificación de las estructuras legales internacionales.
Ayer, escucharon su ponencia el ministro de Planificación, Julio De Vido; su par de Trabajo, Carlos Tomada, y, por el lado empresario, importantes dirigentes del medio local.