Prohiben las «grasas trans»
A partir del 10 de diciembre próximo regirá en su totalidad la prohibición de grasas trans en los alimentos industrializados en la Argentina, ratificó este miércoles el Ministerio de Salud de la Nación, que promueve la medida para combatir la «creciente epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles».
«El 2014 es el año de ‘Argentina libre de grasas trans’: esto constituye una muy buena noticia para la salud cardiovascular dado que a partir del 10 de diciembre de este año comienza a regir en su totalidad el cambio en el Código Alimentario Argentino a partir del cual la industria de alimentos no podrá fabricar ni comercializar productos que contengan grasas trans», dijo este miércoles el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar, al disertar en la II Conferencia Internacional sobre Nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que delibera en Roma.
Ante representantes de 170 países, el funcionario argentino señaló que esta decisión está acompañada por la implementación del Plan Nacional Argentina Saludable, enfocado en «combatir la creciente epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles», que tiene como prioridad prevenir los trastornos alimentarios, el sobrepeso y la obesidad, para lo cual ya se han hecho tres Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo.
Bustos Villar señaló que nuestro país se produce un excedente en «la producción de alimentos, lo cual lo hace netamente agroexportador, por lo que tiene históricamente suficiente disponibilidad».
«Desde esa perspectiva, las políticas públicas orientadas a mejorar el empleo, el ingreso y su distribución en la población tienen un impacto importante en la nutrición y seguridad alimentaria, y ejemplo de ello son en nuestro país la Asignaciones Universales por Hijo y por Embarazo», dijo el funcionario, que representa a la delegación argentina.
En su discurso, el viceministro destacó que «el estado nutricional de la población es la consecuencia de diferentes aspectos multidimensionales, entre los que se incluyen el acceso a alimentos en cantidad y calidad y su selección individual».
En este sentido, reivindicó el rol del Estado «que promueve la formación de estilos de vida y hábitos alimentarios saludables en la población en forma directa o a través de agentes de salud u otros actores de la sociedad, para que una vez asegurado el acceso a los alimentos, la selección de los mismos por parte de la población sea la adecuada».
El funcionario argentino reseñó las políticas impulsadas por el Gobierno nacional para garantizar la seguridad alimentaria nutricional, como el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal, el Programa Pro-Huerta y el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria.
Luego de remarcar que Argentina «suscribe y asume el compromiso de continuar con lo ya realizado e incorporar las recomendaciones» del Plan de Acción y la Declaración de Roma de la II Conferencia Internacional sobre Nutrición, ratificó la voluntad de continuar participando en proyectos de cooperación bilateral, Sur-Sur y con organismos internacionales «para el trabajo conjunto en el nivel países, subregional, regional o interregional, a fin de compartir experiencias o lecciones aprendidas, como así también asistencia técnica y/o transferencias de tecnología».
La II Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) es un foro intergubernamental convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que delibera bajo el lema «Mejor nutrición, mejor vida».
Durante la primera jornada, presidida por el ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación italiano, Paolo Gentiloni, y a la que asistieron los directores generales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, y el de la FAO, José Graziano da Silva, se aprobó un Plan de Acción que establece «potenciar el compromiso político y la participación social para la mejora de la nutrición a través del diálogo político y la promoción de la salud».
Entre otros compromisos, también dispone «aumentar la inversión responsable y sostenible en materia de nutrición» y fortalecer los mecanismos de cooperación» bilateral, regional y multilateral, así como «brindar asesoramiento dietético a las mujeres durante el embarazo» o «crear un entorno propicio que promueva la actividad física a fin de combatir el estilo de vida sedentario» para eliminar el problema del sobrepeso y la obesidad infantil.
La delegación nacional está integrada también por el embajador Claudio Rozencwaig, quien es representante permanente ante la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), y Enrique Abeya, el coordinador de Nutrición de la subsecretaría de Salud Comunitaria, Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria nacional.