Bajó el número de heridos por pirotecnia
En la Ciudad y la provincia de Buenos Aires se redujeron un 30 por ciento respecto a 2013 las atenciones médicas por heridas relacionadas con los festejos de fin de año, una tendencia que se da en la mayoría de las provincias, y el exceso de alcohol y las altas velocidades inciden en los accidentes de tránsito.
Los hospitales porteños Lagleyze, Santa Lucía y de Quemados atendieron en las últimas horas a 38 heridos por uso de pirotecnia, informó el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires y destacó que el año pasado la asistencia médica para esta fecha fue a 123 personas.
Según las estadísticas oficiales es notable el descenso de heridos por mala utilización de artículos pirotécnicos, ya que en 2011 fueron 172; en 2012, 165; y en 2013 bajaron a 148 lesionados.
En tanto en la provincia de Buenos Aires, 25 personas debieron ser asistidas durante la primera madrugada del año en los principales hospitales públicos por heridas derivadas del uso de pirotecnia, quemaduras y lesiones oculares, cifra que representa un 30 por ciento menos que el año pasado, informó hoy el Ministerio de Salud.
Los datos, relevados por la Dirección Provincial de Emergencias, muestran que este año se registraron 11 casos menos que el anterior, cuando se atendieron 36 personas por esas mismas causas.
Ningún herido con pirotecnia fue la característica que identificó a Corrientes durante los festejos de fin de año, pero una docena de jóvenes motociclistas alcoholizados protagonizaron accidentes y dos de ellos permanecen en terapia intensiva en estado grave, informaron fuentes médicas y policiales.
«Se repite el mismo patrón: son menores de 30 años y están alcoholizados», informó a Télam Alfredo Revidatti, director del hospital Escuela «General San Martín».
Sólo un niño de 7 años, con una herida leve por manipulación de pirotecnia, fue atendido en Córdoba, en el Instituto del Quemado, dijo a Télam el jefe de Guardia, Damián Andrade. En Nochebuena atendieron seis pacientes, dijo y destacó la estadística descendente como un hecho auspicioso que atribuyó, entre otras cosas, a una toma de conciencia en lo que hace al manejo de fuegos artificiales.
También niños fueron los más afectados por quemaduras en Salta: atendieron a seis chicos de entre 2 y 13, uno de ellos con lesiones graves, informó el Hospital Materno Infantil, que desde los primeros días de diciembre asistió 28 casos de menores lastimados por el uso de pirotecnia.
Además, una nena de 6 años tuvo «politraumatismos múltiples» al ser embestida por un motociclista de 17; otro de 15 atropelló a una niña de 10 y le causó «traumatismos varios leves» y una pareja que también circulaba en motocicleta chocó a un nene de 5 que estaba en la vereda y fue internado con «traumatismo encéfalo craneano».
Mendoza es la provincia que presenta una de las cifras más altas de asistencias médicas relacionadas con la festividad del nuevo año, con un saldo de 44 heridos por siniestros viales; nueve por armas de fuego; 12 por arma blanca; 103 por accidentes sociales y domésticos; 15 por pirotecnia, siete quemados y 14 intoxicados por alcohol, según un relevamiento del Ministerio de Salud provincial.
En San Juan un niño de 7 años con quemaduras en el rostro y otro de 12 que perdió tres dedos de una mano, el incendio de una oficina y la caída de árboles era el conteo provisorio de las primeras horas del año, con 15 personas atendidas por quemaduras por el uso de pirotecnia.
También como consecuencia del uso de fuegos artificiales, las oficinas de una fábrica de ladrillos cerámicos de Rawson, a 6 kilómetros de la capital chubutense, se incendió esta mañana.
En la ciudad de San Juan se produjo la caída de varias ramas de árboles y hubo cables cortados que produjeron cortes de energía eléctrica y de telefonía, a raíz de un fuerte viento con ráfagas superiores a los 100 kilómetros por hora que llegó en la madrugada.
El fenómeno, que en gran parte empañó las celebraciones, se hizo sentir en todo el Gran San Juan y departamentos cercanos como Caucete, Albardón y Pocito con similares consecuencias.