Cien días de reposo en siete años de gobierno
La presidenta Cristina Kirchner lleva totalizados más de cien días de reposo a raíz de los diferentes problemas de salud e intervenciones quirúrgicas que debió atravesar desde que asumió la Jefatura de Estado en diciembre de 2007.
La acumulación de jornadas de descanso forzado por las distintas complicaciones en su salud continuará creciendo, ya que actualmente cumple en El Calafate otro período de descanso por la fractura de tobillo que sufrió tras la reciente Navidad y aún no se sabe cuando retomará su agenda de actividades.
Un hematoma intracraneal, un nódulo benigno en la glándula tiroides, una inflamación del colon, la fractura de tobillo actual, varias lipotimias y bajas de presión arterial, además de algunos cuadros de anginas y faringitis fueron las afecciones que sufrió la mandataria a lo largo de estos siete años, que la obligaron a suspender distintas actividades.
El primer problema de salud que afrontó Cristina Kirchner fue el 9 de enero de 2009, cuando le diagnosticaron una «lipotimia con deshidratación leve» por la cual cumplió dos días de reposo, teniendo que posponer un viaje oficial a Cuba, aunque finalmente tardó cinco jornadas en retomar sus actividades.
En abril de ese mismo año, debió cumplir otros dos días de reposo por unas anginas y, tras un 2010 libre de problemas de salud, sufrió otro cuadro de lipotimia en enero de 2011 cuando se encontraba en la Casa Rosada por el cual debió reposar 24 horas.
Otra lipotimia afectó a la mandataria el 12 de abril de 2011 por la cual la Unidad Médica Presidencial le prescribió otras dos jornadas de descanso, que la obligaron a suspender un viaje a México.
Y el 11 de octubre de 2011 también padeció otro episodio de hipotensión, ocurrido en plena campaña electoral, que la obligó a suspender esas actividades proselitistas por las dos jornadas siguientes.
Uno de los problemas más delicados en su salud sucedió en diciembre de ese año, poco después de haber asumido su segundo mandato tras conseguir la reelección con el 54 por ciento de los votos, cuando se le diagnosticó la presencia de un «carcinoma papilar» en la glándula tiroides, que tras la operación para removerlo se confirmó que finalmente se trató de un nódulo benigno y no de un cáncer.
A raíz de este problema, la mandataria debió tomarse una licencia médica tras la operación en el Hospital Austral de Pilar, que se extendió por 20 días, además de los tres que pasó internada, cumpliendo así uno de sus más extensos períodos sin actividad.
Ya en 2012, presentó en mayo de ese año un cuadro de gripe y anginas, días después de haber regresado de una gira comercial por Angola y de haberse vacunado contra la gripe, lo que la obligó un reposo durante 48 horas.
Luego, en agosto, cumplió un descanso obligatorio de 24 horas por otra lipotimia, un problema recurrente en la mandataria y por el cual en esta oportunidad suspendió un viaje a Jujuy.
En octubre de 2013 sufrió otro de los problemas de salud más resonantes de su gestión, cuando se anunció que iba a ser operada de un hematoma intracraneal que se le generó por un golpe que sufrió en la cabeza dos meses antes.
Tras la intervención quirúrgica realizada el 9 de octubre, la presidenta llevó adelante un reposo que se extendió por 30 días hasta recibir el alta, el 10 de noviembre.
Durante el transcurso de este año, sufrió una faringolaringitis en julio, por la cual cumplió 48 horas de reposo y suspendió un viaje a Paraguay, mientras que en octubre debió descansar otros dos días por una faringitis.
En noviembre se le detectó «sigmoiditis», una inflamación en el colon, por el cual debió ser internada en el Sanatorio Otamendi y luego guardar reposo por un total de tres semanas.
Por último, Cristina Kirchner cerró el año con una fractura de tobillo en un accidente doméstico en Río Gallegos por la cual está actualmente cumpliendo un reposo que inició en la quinta de Olivos y que continúa ahora en el Calafate, el cual lleva diez días y se extenderá unas jornadas más, sin que se sepa aún cuando retomará sus actividades.