Asesinato en un boliche de Córdoba
Un hombre de 22 años falleció en la ciudad cordobesa de Villa María luego de recibir, además de patadas en el cuerpo, un golpe con una baldosa en la cabeza propiciado por tres hombres a la salida de un boliche. La víctima permaneció internada durante 48 horas, pero no logró superar la gravedad de la herida y murió anteayer a la madrugada. Por la violenta pelea permanecía detenido un adolescente, de 19 años.
«Hoy te fuiste, ídolo de mi alma, mi loco, mi negro.» Así se despedía en su cuenta personal de Facebook el papá de Leonardo Morales. Lo mismo hicieron decenas de amigos, que saludaban a «Pichu», como todos lo conocían.
El último domingo, alrededor de las 6.30, se produjo un altercado a la salida de una discoteca entre Morales y un grupo de chicos, en la calle Santa Fe al 300, de Villa María. Dos jóvenes, de 16 y 19 años, acompañados por un mayor, de 48, atacaron a la víctima en la calle. El muchacho estuvo internado en el Hospital Pasteur hasta ayer a la madrugada, cuando falleció.
De acuerdo con lo consignado por medios de Córdoba, y por causas que aún se investigaban, uno de los atacantes golpeó con vehemencia a Morales hasta tirarle una baldosa en la cabeza. Incluso, lo habría pateado. Los agresores emprendieron la huida, pero con la ayuda de testigos que pudieron describirlos, y luego de montar un operativo cerrojo para dar con ellos, la policía los detuvo a unas 25 cuadras del hecho.
Tras prestar declaración ante la fiscal Silvia Maldonado, ayer sólo permanecía demorado el atacante de 19 años, quien estaba acusado de tirar la piedra a Morales y provocarle el severo traumatismo de cráneo que finalmente le provocó la muerte. La primera imputación fue por «lesiones graves», pero tras el fatal desenlace la investigación podría cambiar la carátula por «homicidio», indicó el diario La Voz.
VIOLENCIA JUVENIL
En diálogo con LA NACION, el secretario de Prevención Comunitaria del municipio de Villa María, Carlos De Falco, negó que existiera una escala de violencia juvenil en la ciudad, sino que se trata «de un problema en toda la provincia. Nosotros recorremos los centros nocturnos cada fin de semana con nuestros 15 móviles y la situación es tranquila», dijo el funcionario.
El padre del joven asesinado les reclamó a las autoridades políticas por una pronta solución en referencia a las peleas de barras que, dicen, se registran en la ciudad. En una carta publicada en el periódico El Diario, el hombre expresó: «Hagamos algo de una buena vez para terminar con estos hechos de violencia. Hay que ponerle fin a esta nueva moda que hay ahora».