Marcan casas con precintos
Los primeros casos se denunciaron en la zona Norte del Conurbano, pero la movida ya se extendió. Con los precintos -y también hilos o tanzas- los ladrones comprueban si la vivienda está vacía.
Con la llegada de las vacaciones apareció la mafia de los «precinteros», que tiene en vilo a amplias zonas del Conurbano bonaerense. Se trata de una nueva modalidad delictiva en la que malvivientes colocan precintos en picaportes y rejas para marcar casas vacías y luego robarlas.
Un foro de seguridad alertó ayer que en las últimas semanas delincuentes han colocado precintos en picaportes de accesos a numerosas viviendas de la zona norte del Gran Buenos Aires con el ulterior propósito de vaciarlas bajo la modalidad escruche.
Hasta ahora los precintos plásticos eran utilizados por los delincuentes para maniatar a sus eventuales víctimas. Ahora parece que también los usan para marcar las propiedades que desean asaltar.
Al ser consultado por este diario, el especialista en seguridad Luis Vicat, sostuvo que el fenómeno data de hace aproximadamente un mes y que no se limita a la zona norte sino que en el sur y el oeste del conurbano también se desvalijan casas mediante estas maniobras.
En verdad, Vicat circunscribe la modalidad de los «precinteros» a una más genérica que es la integrada por los ladrones que previamente marcan las casas que van a asaltar. «Hay una forma para marcar que es a través de símbolos -hace cuatro años hicimos una denuncia al respecto por los dibujos en los frentes de casas- que ahora se pintan en el cordón de la vereda, otra que se hace a través de objetos, como panfletos, latas de gaseosa o botellas de agua mineral, apoyados al costado del garaje y una última a través de cuerdas, alambres, lanas de color, hilos o tanza -indetectable a la vista- que se ponen en los picaportes. Y también se colocan precintos», señala el experto.
En este sentido, Vicat explica que «son más comunes las tanzas o los hilos de coser en las puertas pero también se han visto precintos blancos, negros o amarillos. Estas cintas de plástico son difíciles de abrir por lo que deben ser cortadas».
Durante el verano suelen incrementarse los robos bajo la modalidad escruche. «Hay muchas denuncias de propiedades desvalijadas. A diferencia de otros años, en los que sólo aumentaban los atracos a casas vacías, ahora también se denuncian escruches en casas utilizadas durante las vacaciones», por ejemplo, en una ciudad balnearia, detalla el especialista consultado.
Hace diez días, Río Gallegos, en Santa Cruz, también fue escenario de este tipo de robos. Usuarios de la red social Facebook de esa ciudad patagónica advirtieron que desconocidos colocaron precintos plásticos en rejas y ventanas de casas para constatar si había moradores o bien habían salido de vacaciones. Los inescrupulosos pasaban por allí dos días más tarde y si el precinto continuaba intacto era señal que el inmueble estaba vacío por lo que planificaban el escruche.
«Si lo ves en tu puerta hacé la denuncia, si lo ves en la de algún vecino que está ausente, sacalo (hay que cortarlo con una tijera u objeto afilado) y también hacé la denuncia», decía uno de las publicaciones de los atribulados vecinos.