Cosquín Rock: 15 años
Era un sueño: armar un lugar grande para que sea un punto de encuentro de todas las bandas de rock argentino. Confluir, abrazarse con la música y mostrar en la medida de lo posible qué era lo que estaban haciendo los artistas en medio de un país que no pasaba su mejor momento. Este año, el sueño cumplió tres lustros, y después de varios tropezones finalmente se consolidó como uno de los eventos más importantes de la Argentina.
Según señaló Tiempo Argentino, esta fue una edición extraña. Desinflada por la primera suspensión en la vida del festival y un cierre más temprano de lo habitual. Finalmente, el martes a la noche culminó la edición 2015 para el Cosquín Rock, con la presentación en el escenario principal de Skay Beilinson y Los Gardelitos en el escenario Rock Movistar.
El final del final. La lluvia seguía siendo una amenaza en las sierras de Córdoba. Sin embargo, en el Aeródromo del Valle de Punilla, donde se realizaba el festival, había sol. Mucho más despoblado que las jornadas anteriores, el último día tuvo sabor a poco.
Gran cantidad del público de esa jornada, en la que originalmente estaban programados también Molotov, Catupecu Machu y Kapanga, llegaba al predio para ver a Don Osvaldo, la agrupación que tiene al frente al ex-Callejeros Pato Fontanet. La banda comenzó su recital, extenso, cerca de las 20 horas, ante una multitud lookeada a lo callejero, con banderas de todas partes del país (y de Uruguay). Don Osvaldo brindó un show que comenzó con claros problemas de sonido que se solucionaron en el cuarto tema. Los seguidores de Fontanet disfrutaron y se emocionaron con una banda que resulta un enigma: canciones autobiográficas, riffs deslucidos y melodías pequeñas que parecen recién salidas del garaje barrial de ensayo.
Antes de que se sonara la canción «Dos secas», apareció Estela de Carlotto en la pantalla grande. «Los que hacen música no matan», decía la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. El recital continuó con «Una nueva noche fría» y «Los invisibles». Cuando ya era de noche, el cantante habló por primera vez: «Muchas gracias a los que se quedaron y a los que no también», y cerró con «Si me cansé».
Mientras esto sucedía en el escenario Rock Movistar, el escenario principal esperaba con muy poco público la llegada de Illya Kuryaki. Imponentes visual y musicalmente, la banda comenzó su presentación con «Helicópteros», tema de Chance, su último disco. Nada está dejado al azar en el recital de los Kuryaki. El repertorio efectista que levanta cualquier festival, una banda impecable y el despliegue de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur nuevamente los mostró como una de las mejores cosas que se vio en esta edición.
Más tarde se vio en ese mismo escenario a Skay Beilinson. El músico terminó de poner el sello musical de la jornada con un listado que abarcó todos sus discos y un set acústico con temas de los Redondos. Con tan sólo escuchar dos acordes suyos, se puede entender gran parte del rock nacional, de la parte musical, de la buena, la de grandes guitarristas e impecables composiciones.
Cayendo el sol, el power-trío cordobés Eruca Sativa saltó al escenario y recreó, con vibraciones tan limpias como enfurecidas, canciones de su último trabajo Huellas digitales, recientemente lanzado, y de su trilogía «La carne», «Es» y «Blanco», dándole la bienvenida al público con «El genio de la nada». La banda liderada por Lula Bertoldi en voz y guitarra y conformada por Brenda Martin en bajo y Gabriel Pedernera en batería, pasó lista por «Fuera o más allá», «Para que sigamos siendo», «Amor ausente», «El balcón», y «El límite», antes de desgranar los acordes de «Queloquepasa» y «Desdobla» y despedirse con el bonus de «Agujas».
Entretanto, en el escenario temático, dominado por el rock, se presentaban antes de Don Osvaldo, La Furia de Petruza, Culpables de este Sentimiento, Blues Motel, Ojos Locos y Viticus, y esperaba el cierre de Los Gardelitos a las 23:30, precedidos por los reunidos Jóvenes Pordioseros.
Antes, cuando todavía había sol, el tablado tuvo por primera vez en 15 años a Boom Boom Kid. Su líder, Nekro, desbordó carisma y alegría en una tarde que ya mostraba un campo despoblado. Comenzó con «Endless rinder» y entre los temas interpretó «El anhelo», «Si esas paredes», «Entre nos», «Por su corazón», «Perfume de vos» y «Kiss me». Cerró con «Casco de espejos», con el que cerró antes te subirse a su tabla y «surfear» entre la gente.
El escenario alternativo, a la hora que tocaba Boom Boom Kid, explotaba y era por la presencia de Viticus, que tuvo uno de sus mejores pasos por el festival.
La casualmente segunda jornada. El sol parecía no haberse enterado que el día anterior una tormenta había hecho estragos en Córdoba. El predio del Cosquín Rock estaba a esas horas totalmente seco y listo para recibir al público.
La reprogramación de la fecha mantuvo a Molotov entre las primeras bandas. Los mexicanos habían elegido este escenario para, a modo de festejo de los 20 años, grabar su disco/dvd en vivo. «Hay muy buena relación con la gente, nos sentimos un poco argentinos, es un honor estar aquí grabando en este lugar», dijeron en la conferencia de prensa previa al show.
A las seis de la tarde, la banda integrada por Paco Ayala, de Micky Huidobro, Tito Fuentes y Randy Ebright se dispuso a dar un concierto antología que tuvo varios de sus éxitos, entre ellos «Amateur», «Chinga tu madre», «Puto», «Changüich a la chichona» y «Gimme the power», además de estrenos del reciente disco Agua maldita. Entre esos bonus reservados para el festival cordobés, estuvieron «Oleré y oleré y oleré el UHU», para abrir el concierto, «Lagunas metales» y «La raza pura es la pura raza». El recital no sorprendió en cuanto al listado de temas, pero la banda volvió a mostrarse como una de las más potentes de América Latina.
Fue la tarde de Las Pelotas, la banda que lleva quince años de vida en el festival. Con algunas fallas técnicas mínimas en el arranque, se presentó durante un poco más de una hora en el escenario. Arrancó con «Basta», «Orugas» y «Desaparecido», y luego siguió con «Qué podés dar» y «Hola, qué tal», con la compañía de Alejandro Sokol desde la pantalla. No faltaron los grandes hits como «Será» y «Bombachitas rosas». La mejor interpretación fue la de «Personalmente», que vino seguida de «Si supieras», y luego invitó a Raly Barrionuevo para cantar «Esperando el milagro». El final de Las Pelotas fue con una explosiva versión de «Shine».
Las Pastillas del Abuelo fue una de las agrupaciones más aplaudidas de la noche y la primera quizá en solidarizarse con los damnificados por las inundaciones. «Somos antenas para llevar buena onda a toda la gente de las inundaciones», dijo Piti en medio de una multitudinaria presentación.
El cierre fue con Ciro y Los Persas, que arrancó pasada la medianoche con una –como siempre– platea repleta de banderas. Andrés Ciro tuvo una gran fiesta que entre sus invitados contó con el ex-Piojo Micky Rodríguez, y no faltaron los hits de ahora ni de antes.
Mientras, en el otro escenario, Ricardo Iorio brindaba su habitual recital que no tuvo demasiadas sorpresas. «Patria al hombro», «Convide rutero» y «Trillando la fina» fue de los temas interpretados.
La mejor apertura. La primera noche fue la que tuvo el espíritu más festivo. Hits de los mejores y con mejores versiones se sucedieron para empezar una fiesta que si terminaba ese día colmaba las expectativas.
Apenas pasada la medianoche el predio ya estaba vacío. Cansados, los fans emprendían el regreso. La fiesta de quince fue accidentada pero una vez más, tuvo grandes momentos para seguir armando el álbum del rock. «
tres bandas que sorprendieron en el escenario principal y el alternativo
Sig Ragga: la banda santafesina se presentó en el escenario Alternativo Pepsi para brindar uno de los shows más destacados del encuentro. El listado de temas abarcó gran parte de su último disco.
Guauchos: la agrupación formoseña se presentó en el escenario Alternativo por segunda vez en un Cosquín Rock. Los músicos venían de presentarse además en el festival Cosquín de folklore.
Las Pastillas del Abuelo: consolidada, es una de las bandas que tuvo en el escenario de Cosquín Rock el empuje que les permitió arrancar y conformarse como una de las más importantes del país en la actualidad.
la voz del productor, josé palazzo
El productor, apenas terminó el recital de Don Osvaldo, una banda que representa, llegó a la sala de prensa para brindar una conferencia donde explicó, entre otras cosas, cómo fue la suspensión.
“No estamos arrepentidos ni un segundo de haber suspendido la fecha. Podíamos seguir funcionando por lo menos en dos carpas y se podría haber realizado el festival, mojados como nos pasa siempre. Pero cerca del mediodía, el panorama se complicó en la Sierra Chica, así que Defensa Civil, bomberos y gente de seguridad civil nos pidieron liberar la gente que estaba destinada al festival para ayudar a la gente que estaba afectada. Además de que era riesgoso mover 50 mil personas para el concierto”, explicó. “Dejamos de lado las prioridades del festival y tuvimos que suspender por primera vez en 15 años. Nosotros reprogramamos más de 20 artistas en nueve horas. Artistas que tocaban en los carnavales del país, en una región con la hotelería ocupada en un 100% y con vuelos agotados… En nueve horas tuvimos que reprogramar en poco tiempo. Después nos tocaba la reconstrucción del predio y conseguimos un lugar para que los que se quisieran quedar tuvieran un techo”.
La primera suspensión en la historia del Cosquín Rock tuvo su reprogramación y eso generó costos por parte de la producción. “El día domingo siempre fue el día que tiene muchísimas ventas. En nuestro caso, casi el 40% de entradas del festival se venden sábado, domingo y lunes. El domingo no hubo compras de entradas por la suspensión y a eso se sumó que la reprogramación cuesta alrededor de un 20%. Este es el primer Cosquín que terminó pidiendo la hora, pero sólo fue por la lluvia y el codo que me lastimé”, aseguró.
Entre otras cosas, Palazzo aseguró que quedan tres años más de contrato en este predio. “Se va a seguir haciendo acá por ahora. En cuanto al crecimiento, sabemos que no fue sólo en cantidad si no en todo lo que el festival en sí ofrece, que es mucho. Este año, llegamos a las 100 mil personas y teniendo en cuenta la situación actual del rock, es una cifra inmejorable”, puntualizó.
Entre los artistas destacados por el productor estuvieron De La Tierra, los stand-up de Daniel Aráoz y Roberto Pettinato, Guauchos y el recital de Ciro y Los Persas. “También vi Salta la Banca, que es una banda que no termino de entender. Creo que el rock nacional tiene que sacar cosas nuevas porque se va aplastar, cosa que le pasó al folklore. Si no hay movimiento se nos van a ir muriendo las leyendas y nos vamos a quedar sin artistas”, comentó.
“Cosquín nos dio un montón de experiencia, la relación con las bandas ahora es distinta, la programación con los años también es distinta, pero sigo destacando que el festival sea federal, que mantenga la llama. Por ahora lo que me interesarían son los artistas internacionales porque son más difíciles en lo que respecta a costos. Me gustaría que esté No Te Va Gustar”, dijo para cerrar el encuentro con la prensa.
El dato
Sin Cerati
Resultó más que llamativa la ausencia de homenajes a Gustavo Cerati en el marco del festival.
No hubo menciones ni recordatorios al músico, que murió en septiembre de 2014, ayer nomás.
casi un cumpleaños
La banda liderada por el ex Sumo Germán Dafuncchio cumplió 15 años en el festival. Nunca faltó al encuentro. «Es un festival muy querido por nosotros», expresó el artista. La presentación de Las Pelotas estaba prevista para el lunes más temprano pero el rearmado de la grilla los reubicó a las 20 horas. Fue un gran concierto de festejo de cumpleaños.
algunas sorpresas y destacados
Hernán Casciari: el periodista y escritor fue una de las gratas sorpresas del encuentro musical, con su espectáculo Un gordo nervioso lee 12 historias de un papel.
Pelea de Gallos: fue la primera vez que se instaló el espacio para el hip-hop. Resultó una de las propuestas más novedosas dentro del festival