Huracán rescató un valioso punto ante el Cruzeiro
Un empate sin goles con sabor a hazaña fue el que obtuvo anoche Huracán en el imponente estadio ‘Mineirao’, de Belo Horizonte, ante el campeón vigente de Brasil, Cruzeiro, y mantuvo el invicto al cabo de dos presentaciones en el grupo 3 de la Copa Libertadores.
Huracán utilizó la inteligencia como bandera, esa que lo trajo hasta esta instancia de la Copa Libertadores después de 61 años, tal como ocurrió en el repechaje frente a Alianza Lima, ante el que cerró la clasificación a la fase de grupos venciéndolo por 4 a 0 en Perú.
Claro que anoche el equipo «mineiro», bicampeón del «Brasileirao», era un rival de mucha mayor envergadura que el conjunto limeño, y también más historia, ya que ha obtenida esta Copa Libertadores en dos oportunidades.
Sin embargo el «Globo» de Néstor Apuzzo, que se ganó inicialmente esta oportunidad internacional por ser campeón de la Copa Argentina, supo hacer pie en el gigantesco Mineirao, le puso la cara al endémico «miedo escénico» y hasta se la «bancó» en las tribunas con el ruidoso grupo de aficionados que llegó desde Parque de los Patricios.
Es que el equipo argentino nunca se vio desbordado ni apretado por su rival, pudo manejar los tiempos cuando dispuso del balón y hasta se animó a atacar con el atrevimiento de Alejandro Romero Gamarra y el pundonor de Ramón Abila para pelear arriba en soledad, aguantando la pelota y esperando como pívote la llegada de algún mediocampista «amigo».
Pero como era lógico, las palmas se las tenían que llevar los defensores, y así fue, especialmente porque Federico Mancinelli y Luciano Balbi clausuraron los laterales, el veterano arquero Matías Giordano dio seguridad y en el medio Federico Vismara fue un león a la hora de recuperar y un zorro a la de distribuir.
Con eso el conjunto porteño resistió la presión y el juego directo que por ráfagas procuró el equipo brasileño, algo que se hizo más frecuente en el arranque del partido y en el final, aunque sin crear demasiadas situaciones de gol.
Y de hecho en la primera mitad del segundo período buscó inclusive la victoria con el ingreso de Daniel Montenegro, que probó un par de veces de media distancia y estuvo bastante cerca en ambas.
Los brasileños, en tanto, registraron las dos más claras del partido también en el período final, cuando Leandro Damiao estrelló un tiro combado en el travesaño y el ingresado Julivan se perdió un mano a mano con Giordano junto al palo izquierdo.
Y así se consumió el encuentro, con la pelota alejada del área de Giordano, sus hinchas celebrando en la tribuna y un «puntazo» que vale doble tras el empate en el debut (2-2) en el Tomás A. Ducó ante Mineiros, de Venezuela, que esta noche cayó como local por 1 a 0 con Universitario, de Bolivia, que venía de empatarle 0 a 0 justamente a Cruzeiro, en Sucre.