El consumo de alcohol en jóvenes se duplicó

Aunque los varones siguen bebiendo más, las mujeres triplicaron su nivel de ingesta. La práctica se inicia antes de los 13 años, e incide en hechos de tránsito, contagios de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

El consumo de alcohol en los jóvenes se duplicó en los últimos diez años. Los varones siguen tomando más que las mujeres, pero ellas vienen triplicando su nivel de consumo. La práctica se inicia antes de los 13 años y en el 70% de los casos lo que se toma es cerveza. Así lo aseguran especialistas del centro de atención de adolescentes Casa FUSA, a partir de un relevamiento en sus consultorios, coincidente con las estadísticas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Las preocupaciones de los especialistas se concentran en las consecuencias que les pueda traer a esos adolescentes la pérdida de conciencia, como son los embarazos no deseados, los hechos de tránsito o el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

«Se ve cotidianamente en los consultorios. Empezó a bajar la edad de consumo de alcohol esporádico, lo cual no condiciona una enfermedad, a menos que a la larga sea habitual. Pero lo que hoy nos preocupa es que el alcohol haga que los adolescentes no puedan discernir y eso los lleve a situaciones de vulnerabilidad frente a las relaciones sexuales, al consumo de otras sustancias o al riesgo de ser atropellados», advierte el doctor Enrique Berner, especialista en pediatría y adolescencia, jefe del servicio de Adolescencia del Hospital Argerich, y director adjunto de Casa FUSA. Esta organización sin fines de lucro ofrece consejería gratuita, al igual que los hospitales públicos porteños y los 239 centros de prevención o de atención de adicciones de la provincia de Buenos Aires. Para ejemplificar los riesgos, Berner relata: «Hay chicas que vienen a buscar anticoncepción de emergencia porque, al tomar mucho alcohol, no recuerdan si tuvieron sexo o no.»

Uno de los nudos centrales del problema es que los adolescentes que comenzaron a consumir a edad temprana no lo ven como un inconveniente. «En el marco de las entrevistas médicas personalizadas que realizan los jóvenes con nuestro staff médico, surge que en la adolescencia, la salud no es una de sus principales preocupaciones: tienen una percepción sana sobre sí mismos», asegura la doctora Sandra Vázquez, directora ejecutiva de Casa FUSA.

El año pasado se conoció la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y del Ministerio de Salud de la Nación, que indaga cada cuatro años sobre enfermedades crónicas no transmisibles, aquellas que explican el 60% de las muertes en la Argentina. Ese informe reveló que el 10,4% de la población transitó alguna vez un consumo de alcohol episódico excesivo, mientras que la cifra cuatro años atrás era del 8,9 por ciento. El consumo de alcohol regular de riesgo se mantuvo en torno al 10%, sin variaciones notables desde 2005.

Ese trabajo confirmó la tendencia de la 5ª encuesta de la Sedronar, que afirma que entre 2001 y 2011 se incrementó un 113% el abuso de alcohol entre los estudiantes secundarios, aunque el mayor salto estadístico se dio entre 2001 y 2005, con un 67 por ciento. Ese trabajo indicaba que la edad promedio en la que se inicia la ingesta de alcohol es de 13 años, y que no hay diferencias entre varones y mujeres ya que ambos beben por igual.

Viviana Baranchuk es directora médica de la Fundación DAAT, que también difundió un relevamiento al respecto. «Hablar de consumo de alcohol se convirtió en algo habitual, como si fuese un consumo mas, equiparado a una bebida común. Hay cierto permiso de los padres, que buscan conectarse con los hijos de manera horizontal. Creen que les hacen un favor al permitirles este consumo. Y hay también una presión social, donde el que no consume queda excluido», sostiene la especialista, que considera que la mayoría de edad es un buen punto de corte hasta el cual no conviene comenzar a beber alcohol. Baranchuk explica que el «límite normal», que puede ser metabolizado por el hígado, es de una copa diaria para la mujer y dos en el hombre. «Porque la mujer no metaboliza bien el alcohol, y sin embargo está aumentando su consumo a la par que el hombre, con lo cual a futuro habrá más problemas», argumenta.

Otra preocupación central es la famosa «previa», el espacio de reunión antes de la salida de los chicos hacia el boliche, cuando aprovechan para tomar alcohol porque en las discotecas los menores no tienen permiso y a los mayores les cuesta muy caro.

Berner alerta: «En la mayoría de los consultorios atienden a chicos que traen mucho alcohol encima desde antes de entrar al boliche. Debemos ver cómo ponerles freno a determinadas cosas. Los padres no deben permitir la previa: cuando los chicos salen a la calle alcoholizados, están en altísimo riesgo.»

Un informe de la Subsecretaría de Adicciones del Ministerio de Salud bonaerense aseguró, a mediados de 2014, que el 65% de los jóvenes con problemas de adicción comenzó a tomar alcohol antes de los 18 años. En ese caso, los relevados fueron 12 mil pacientes que consultaron por adicciones en centros públicos de la provincia. «Muchos no reconocen el alcohol como una droga de inicio, pese a que en la totalidad de los casos se rastrea un uso sistemático en las primeras etapas de consumo. Lamentablemente, la ingesta de alcohol suele estar naturalizada», consideró el ministro Alejandro Collia.

En diálogo con Tiempo Argentino, el subsecretario de Atención a las Adicciones de la cartera sanitaria bonaerense, Carlos Sanguinetti, no confirma que se haya duplicado el consumo, aunque sí coincide con los especialistas en la «alta tolerancia de los padres» ante la previa en los hogares. «Son las prácticas y modos de consumo los que deben ponerse en discusión, y por qué se presenta como necesario tomar alcohol hasta que el cuerpo no alcance», propone el funcionario.

Segundos

La Organización Mundial de la Salud sostiene que, detrás de Chile, la Argentina ocupa el 2º lugar en el ranking de América Latina en cuanto a consumo de alcohol.

«Las chicas toman más que ellos»

Héctor Budeguer es papá de Yamila. Hoy su hija tiene 22 años pero, hasta hace poco, Héctor estaba preocupado por seguir de cerca el consumo de alcohol de Yamila y sus amigos. «El problema más grande lo tenía con los padres de sus amigas, que eran más permisivos que yo. Permitían previas en las casas y, generalmente, no eran controladas por nadie, era como un libre albedrío. Poca comida y mucha bebida», describe Héctor, quien asegura que todavía está preocupado: «Como auditor de calidad, trabajo los fines de semana y, cuando salgo los sábados a la noche, vuelvo a mi casa el domingo de madrugada. En ese tramo veo un montón de accidentes. Hay gente que se lleva un puente por delante y hay otros que quedan tirados con la moto. Un día de estos salgo del trabajo y cualquiera de estos chicos sin consciencia me puede llevar puesto.»

Uno de los puntos que lo mantienen alerta en San Miguel, donde vive y trabaja, es su percepción de que «la alcoholemia la hacen a la entrada de los boliches: rara vez hay operativos a la salida». Héctor, miembro de la Fundación Proyecto Padres, dice que pudo corroborar cómo, en los últimos años, las mujeres superaron a los hombres en el consumo. «No sé por qué rara moda las chicas empezaron a tomar de una forma desmedida. Están tomando mucho más que los varones. Tengo mucha confianza con mi hija, que solía contarme lo que pasaba. Yo traté de enseñarle qué sucede con los excesos y que es importante saber los límites, pero sabía que algunos tomaban hasta quedar inconscientes», repasa.

Alcohol cero, asignatura pendiente

El ministro de Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, volvió a anunciar el próximo envío al Congreso Nacional del proyecto de Ley de Alcohol 0 en las rutas nacionales, que el año pasado no llegó a ser tratado.

Sin embargo, la mayoría de las muertes en tránsito no se producen por hechos que ocurran en las rutas y autopistas sino en las calles y avenidas de las ciudades.

La Organización Mundial de la Salud estima que los hechos de tránsito constituyen la octava causa de muerte en el mundo y la primera causa en el segmento etario de 15 a 29 años.

Durante los controles del verano pasado, se informó el aumento de la presencia de alcohol entre los conductores, aunque sigue estando dentro del valor permitido. Así lo informó el ministro Randazzo, que dio los resultados de los primeros controles de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y aseguró que «en comparación con el año pasado, creció casi un 20% la presencia de alcohol en valores permitidos», o sea, gente que tenía entre 0,1 y 0,5 gramos de alcohol en sangre.

Este año, distintas organizaciones insistirán con su intención de aprobar la modificación del Código Penal y que se incluyan allí agravantes para hechos de tránsito, como conducir borracho o el abandono de persona después de un accidente.

Para tener en cuenta

Promedio de consumo diario: el consumo normal promedio permitido de alcohol por día es de 250 cc en el hombre (dos copas aproximadamente) y 125 cc en la mujer.

Promedio en la «previa»: el promedio de consumo en una «previa» es de 1650 cc de alcohol en el hombre y de 1150 cc en la mujer. Por mes, los jóvenes participan de cuatro «previas» en promedio.

Consecuencias: la ingesta de alcohol requiere responsabilidad por provocar una disminución de las inhibiciones, sensible deterioro motriz y estado de confusión.

Riesgos: el alcohol aumenta los riesgos de dependencia, así como de siniestros viales, genera comportamientos sexuales arriesgados, insuficiencia hepática e inclusive impotencia sexual.

Fuente: Centro Médico Fundación DAAT