Kristen Stewart cambió su perfil tras Crepúsculo
En Nubes de María (The Clouds of Sils Maria), del director francés Olivier Assayas, la fama de Kristen Stewart se ha invertido y los paparazzi pasan de largo frente a ella.
En la cinta interpreta a la eficiente asistente de una famosa actriz europea a la que da vida Juliette Binoche. Al leer las noticias en los tabloides sobre una joven estrella de Hollywood (interpretada por Chloë Grace Moretz), dice con desdén: “Son noticias de farándula, son diversión”. Entonces, cuando revisa posibles papeles para su jefa, la actriz de Crepúsculo dice que una película tiene hombres lobo “por alguna razón”.
“Tuve que controlar la alegría que estaba explotando en mi cara cuando decía esos diálogos”, dijo Stewart y agregó: “No creo que la película se trate sólo de eso, no es un comentario sobre la naturaleza loca de este medio en Estados Unidos, pero si alguien sabe de eso, soy yo”.
Stewart, de 24 años, no parece estar escapando de su pasado como ídolo de los adolescentes, que de hecho parece que ya superó hace mucho. Nubes de María se estrena en Estados Unidos el 10 de abril y es parte de toda una serie de películas que ha hecho Stewart a gran velocidad.
“Me estoy divirtiendo más que nunca. Estas películas que estoy haciendo ahora se pasan muy rápido. Por ejemplo, hicimos Camp X-Ray en 20 días. Es mejor cuando las cintas se hacen rápido”, agrega la morocha.
El ritmo frenético contrasta con las pesadas exigencias de una serie de cinco películas como fue la saga basada en los libros de Stephenie Meyer. Ahora, hace principalmente películas independientes y los papeles que elige suelen ser de reparto o parte de un elenco más completo.
Hace poco fue la hija de Julianne Moore en Siempre Alice y a una guardia de Guantánamo en Camp X-Ray. También terminó un romance de ciencia ficción, Equals, un thriller American Ultra, y el drama de un robo en Nueva York, Anesthesia.
Asimismo, estuvo filmando la adaptación de Kelly Reichardt a los cuentos de Maile Meloy y será una de las coprotagonistas de la próxima película de Woody Allen.
“Como hay baja expectativa para las películas que estoy haciendo y no son historias que la gente haya leído en un libro y representen lo más importante en sus vidas, como pasaba con Crepúsculo, realmente me dejo ir y hago lo que quiero con mis personajes”, dijo la actriz.
El trabajo de Stewart post Crepúsculo revela (o quizá recuerda) que su naturaleza es menos la de una megaestrella y más la de una actriz con inclinaciones al naturalismo, el instinto y la curiosidad.
Básicamente ha regresado al mismo tipo de películas independientes que hacía antes y esto tiene una explicación para ella. “Mis actores favoritos no son personas que hacen personajes perfectos. Quiero ver gente dispuesta a ir a lugares que no han sido determinado. Quieres ver la sorpresa en sus rostros”, contó.
En persona Stewart parece encogerse físicamente, con una pose a la defensiva y las mangas recogidas. Nunca termina por relajarse, pero se anima al hablar sobre sus inspiraciones y su libertad creativa recientemente encontrada.
Al preguntarle si la fama la cambió, Stewart divaga con reticencia sobre cómo le ayudó a darse cuenta de que es una actriz. Pero cuando le señalan que parece que Crepúsculo está lejos de sus pensamientos, asiente rápidamente y dice: “Por completo, sólo tengo que pensar sobre eso cuando me lo preguntan”.