Polémica sobre el cigarrillo electrónico
En Europa casi 30.000.000 de personas usan algún tipo de cigarrillo electrónico mientras que en la Argentina su venta se encuentra prohibida. Pese a eso, crecen las consultas sobre el mismo.
A pesar de que en la Argentina y en otros países se encuentra prohibida la venta de los cigarrillos electrónicos y neumonólogos se oponen a su uso, son muchas las personas que consultan sobre su utilización para dejar el hábito de fumar.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que depende del Ministerio de Salud de la Nación, prohibió la importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción del cigarrillo electrónico en el país.
La prohibición es por considerar «que no existe evidencia suficiente para concluir que sean una ayuda eficaz para dejar de fumar» y tampoco hay «pruebas suficientes que determinen que son seguros para el consumo humano».
El cigarrillo electrónico como método para dejar de fumar es, desde hace ya algunos años, un tema controversial a nivel global.
Su comercialización en la Argentina está prohibida desde 2011, pero muchos pacientes continúan preguntando sobre su efectividad para sustituir al cigarrillo convencional.
«Se trata de un aerosol que se aspira y produce vapor caliente, con sustancias muy parecidas al cigarrillo, pero en cantidades o dosis mucho menores. Pero no sabemos qué pasa cuando alguien lo consume a largo plazo», explicó la presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, Cristina Borrajo.