Piden jury contra los camaristas que beneficiaron a un violador
Los pedidos de respaldo al nene de seis años que sufrió una violación y de juicio político contra los camaristas del polémico fallo que redujo la pena al agresor se multiplican con el correr de las horas.
«Los jueces Piombo y Sal Llargués tienen que ser sometidos a juicio político y destituidos de inmediato», dice María Santiago, creadora de la petición a través de la plataforma Change.org luego de que se conociera la sentencia en la que los jueces justifican la violación del menor porque «tenía una orientación sexual» y «estaba habituado a que lo abusen por lo que el abuso pasó pero no fue ultrajante».
«Protejamos y defendamos a los niños. JUICIO POLITICO YA!», insiste el texto tras aclarar que no se trata del primer fallo en ese sentido, ya que en 2011 solicitaron la reducción de la pena impuesta a un pastor acusado de abusar de dos niñas de 14 y 16 años argumentando que «son de un nivel social que acepta relaciones a edades muy bajas».
«Este es un hecho aberrante e intolerable, estigmatiza y responsabiliza a las víctimas, defienden a violadores y pedófilos. Estos dos individuos deshonran al poder judicial y ofenden la dignidad humana, no podemos permanecer indiferentes, no debemos tolerar que sigan en sus cargos cometiendo estas infamias», clama María.
A través de la misma platafornam también crearon peticiones para remover a los magistrados Andrea Gregoris y Diego Skverer.
«Como sociedad tenemos responsabilidad y ejercemos presión cuando un tema de dominio público nos inunda. A horas de conocidos los argumentos de Piombo y Sal Llargués desbordamos de enojo y sorpresa. Quien los controla debe rever qué límites considera que traspasaron», sostuvo Gregoris.
Po su parte, Skverer dijo que «por más que pueda comprenderse la complejidad de los vericuetos del derecho, es inadmisible la búsqueda de subterfugios para atenuar la conducta de un violador en detrimento de una víctima, máxime siendo un menor».
«Es execrable que se genere jurisprudencia a partir de fallos como éstos. Es intolerable que se nos lleve a vivir en un estado donde impera el absurdo y nuestros niños no puedan estar a salvo porque los violadores y abusadores cuentan con el beneplácito de la Justicia», agregó Skverer.