El sable corvo de San Martín será trasladado
La pieza histórica que acompañó al Libertador en la guerra de la Independencia de América del Sud y luego fuera regalado por este a Juan Manuel de Rosas, cambia de sede según informó hoy el Boletín Oficial.
En su testamento fechado en París, el 23 de enero de 1844, en la cláusula tercera, dispuso: «El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud le será entregado al general de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla».
Su voluntad fue cumplida y el sable corvo fue enviado a Rosas quien, en su testamento, dispuso legar a su amigo, y consuegro Juan Nepomuceno Terrero «la espada que me dejó el Excmo. Sr. Capitán General Don José de San Martín («y que lo acompañó en toda la guerra de la Independencia») por la firmeza con que sostuve los derechos de mi Patria».
Tras la muerte de Rosas en 1877 y fallecido también Juan Nepomuceno Terrero y su esposa, el sable corvo de San Martín quedó en posesión de Máximo Terrero, hijo mayor del matrimonio y esposo de Manuela Rosas, quien lo donó a la Nación Argentina, manifestando el deseo de que fuera depositado en el Museo Histórico Nacional con su vaina y caja, tal cual fue recibido el legado del General San Martín.
En el año 1897, el entonces Presidente José Evaristo Uriburu dispuso a través de un Decreto de fecha 3 de marzo de dicho año, que el sable que usara el General Don José de San Martín en las campañas de la independencia sudamericana se depositara en el actual Museo Histórico Nacional.
Durante 66 años el sable del General San Martín permaneció expuesto en el Museo Histórico, lugar elegido además por su nieta, Mercedes Balcarce para donar el mobiliario del cuarto en el que falleció el Libertador que aún se conserva. Posteriormente, la reliquia histórica fue robada en dos oportunidades, en los años 1963 y 1965.
Por el Decreto N° 8.756 del 21 de noviembre de 1967, se transfirió al Regimiento de Granaderos a Caballos General San Martín la guarda y custodia definitiva del sable corvo del Libertador, en pos de garantizar su seguridad.
Actualmente a partir del proceso de reconfiguración del Museo Histórico Nacional, que pretende exponer la historia argentina desde un abordaje de la construcción social, a fin de volver a articular exposiciones permanentes que den testimonio de nuestra cultura, desde los pobladores originarios hasta el siglo XX, se decidió que el sable vuelva a donde estuvo hasta 1967.
En tal sentido se comenzó a organizar una exposición sobre el General San Martín, Libertador de la América del Sur, por cuanto el Museo ostenta el mayor reservorio de piezas del libertador.
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Por los motivos expuestos, es que se dispuso el traslado del Sable Corvo al Museo Histórico Nacional, para su exhibición permanente, quedando bajo la custodia del Regimiento de Granaderos a Caballo «General San Martín», unidad creada por el Libertador, protegiendo y difundiendo la memoria nacional, la identidad y la representación para todos sus habitantes.