Mantenían encerrada a una anciana para robarle la jubilación
Una mujer de 87 años con evidentes signos de inanición fue rescatada de un pequeño rancho de adobe en «Aldea Blancuntre», cerca de la localidad chubutense de Gastre, donde había sido encerrada por un matrimonio que le había retenido la tarjeta de débito del Banco del Chubut donde la ANSES le acreditaba unos 6.000 pesos por mes como pensionada.
El hecho fue confirmado por el fiscal en jefe de Puerto Madryn, Daniel Báez, quien interviene por cuestiones de jurisdicción y caratuló a la causa como «privación ilegítima de la libertad y defraudación con tarjeta de débito».
La víctima fue identificada como Isabel Vázquez, una pobladora de esa zona de la árida meseta chubutense sin ningún familiar, que no sabe leer ni escribir y se sospecha que jamás supo utilizar la tarjeta de débito que se le extendió para recibir el beneficio jubilatorio.
«La denuncia fue formulada primero por personal del hospital al jefe comunal (de Gastre) Marcelo Aranda, este a la policía quien nos comunicó de inmediato para que actuáramos», explicó el fiscal Báez en diálogo con Télam.
No se sabe por cuánto tiempo la abuela permaneció en esas condiciones, es decir encerrada en un rancho de adobe, sin vidrios y sin ninguna comodidad interna, de la que no podía salir porque el candado que sujetaba la puerta estaba colocado del lado de afuera.
Autoridades del hospital rural de Gastre confirmaron a Télam que «doña Isabel está bien ahora, recuperó peso en estos cuatro días que está con nosotros».
Entre las primeras diligencias que se practicaron se allanó una vivienda de esa pequeña población con poco mas de 600 habitantes donde se secuestró la tarjeta de débito del banco del Chubut de Isabel Vázquez en la que se venía realizando regularmente el pago de la pensión con operaciones que se hacían desde hace 9 meses, tiempo que se tomó como referencia también para determinar el posible lapso del cautiverio.
La víctima quedó a cargo de la asesoría de menores e incapaces que dispondrá en los próximos días su alojamiento en algún hogar de ancianos, teniendo en cuenta que presenta evidentes signos de demencia senil.
El fiscal Báez «no descartó» que la investigación se amplíe a otros ámbitos, como por ejemplo al personal hospitalario de Gastre que no hizo antes la denuncia pese a que la mujer estaba en la lista de personas bajo su custodia.
Al hacer un rastreo de los gastos que se produjeron con esa tarjeta que «estaba en 0», aparecieron gastos en comercios locales y provinciales en los que la anciana no había estado jamás.