Faltan remedios
negociación salarial entre el sindicato de Sanidad y las droguerías quedó ayer en punto muerto y, con ella, también la distribución de medicamentos en la mayoría de las farmacias de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, donde ya hay faltantes.
«La semana pasada no tuvimos asamblea, con lo cual las empresas pudieron entregar, pero venían rezagadas por los tres o cuatro días de la semana anterior sin operaciones. Y hoy [por ayer] las droguerías de Capital y el GBA amanecieron con asambleas y sin poder operar. Con lo cual, al hecho de que no pudimos acomodarnos del todo se le suman impedimentos nuevos para llegar a las farmacias», confirmó Darío Díaz, apoderado de la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM).
Díaz afirmó que las droguerías son responsables de distribuir el 93% de los medicamentos que llegan a las farmacias.
De ahí que ayer muchas volvieron a sufrir faltantes. En rigor, se trata sobre todo de medicamentos del espectro ambulatorio, no de productos especiales, como los destinados a tratar enfermedades oncológicas, sida o hemofilia, entre otras enfermedades crónicas.
«Va a haber faltantes de todo tipo», advirtió Isabel Reinoso, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires. «Como mínimo -explicó-, una farmacia tiene dos droguerías como proveedoras, y la dinámica de entrega es mañana y tarde. Hace 15 días se cortó esa dinámica, y la semana pasada no se pudo recuperar del todo. La no entrega de hoy [por ayer] complicó la situación. No entra ni un medicamento; todo lo que la farmacia dispensa no lo repone.»
La negociación salarial entre las droguerías y la Federación de Trabajadores de la Sanidad (Fatsa) lleva ya más de un mes y medio. Tras varios días sin operaciones y ante la amenaza de paro por parte del gremio, la semana pasada el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, lo que permitió que se normalizara temporariamente la distribución de medicamentos. Pero la conciliación venció el viernes pasado, y ayer volvió a paralizarse la entrega.
«La realidad es que las farmacias, por la falta de financiación y los atrasos en los pagos de la seguridad social, trabajamos con stock mínimo, con reposición diaria», señala, por su parte, Claudio Ucchino, presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal. «Hasta el momento, por el conflicto, lo que hacemos es tratar de sustituir por la misma droga de otro laboratorio. Pero si esto se extendiera en el tiempo, se empezaría a ver acentuado el faltante, porque se nos acaba también la droga con qué sustituir.»
El gremio está exigiendo un aumento de 28%, más una recategorización -en línea con el convenio que regía hasta 2003-, que en la práctica terminaría representando una mejora salarial para los trabajadores del sector del orden del 33%, según estiman las empresas.
Con los precios de los medicamentos prácticamente congelados, en las droguerías esgrimen que no tienen margen para convalidar semejante aumento.
«El tema radica básicamente en que la distribución mayorista vive de un margen que es porcentaje del precio de venta del medicamento», acota Díaz. «Y hace varios años que vivimos con paritarias libres y precios regulados. Si el precio no sube en la medida en que suben los costos, no se puede seguir soportando», agrega.
RECLAMO POR LOS PRECIOS
En rigor, las droguerías se llevan el equivalente a 7% del precio de venta mayorista de un medicamento o 4,86% del precio de venta al público. El año pasado, la Secretaría de Comercio convalidó una suba de precios de entre 11 y 16%, mientras que las paritarias del sector cerraron en un 34%. En lo que va de 2015, en tanto, Comercio habilitó una recomposición de precios de 3% en febrero y de 2% en mayo pasado.
En los laboratorios esperan que entre este mes y el próximo haya nuevos aumentos. Aunque en privado admiten que el diálogo con el secretario de Comercio, Augusto Costa, es prácticamente nulo desde abril.
Hoy, a las 16, está previsto un nuevo encuentro entre los representantes de las droguerías y del sindicato de Sanidad en el Ministerio de Trabajo, y en las empresas esperan que se extienda la conciliación obligatoria.
«La mano no viene bien», dijo a LA NACION Héctor Daer, secretario general de Fatsa. «Seguimos manteniendo nuestra postura. La semana de conciliación fue en vano, porque no hubo llamados de Trabajo ni de la cámara empresarial para avanzar en discusiones», aseveró.
La paritaria de Sanidad con las droguerías suele ser testigo del acuerdo que luego firman los laboratorios con el mismo sindicato. De ahí que desde las empresas de medicamentos están siguiéndolo de cerca. Para hoy también está previsto el primer encuentro entre ambas partes en Trabajo. Los laboratorios ya anticipan que tampoco aceptarán un 33%.