Convocan a una marcha contra la clausura de milongas en la Ciudad
Los organizadores de milongas de la ciudad de Buenos Aires realizarán el viernes próximo una protesta contra las clausuras que sufren los salones de tango por parte del gobierno porteño y que ya provocó el cierre de los más tradicionales y famosos, informaron hoy voceros de la Asociación Organizadores de Milongas (AOM).
La manifestación se realizará a las 15 en Avenida de Mayo al 500, frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, detalló Julio Bazán, organizador de la milonga Mala Junta y presidente de la AOM.
En diálogo con Télam, el bailarín detalló que después de la clausura de la milonga ‘Sin Rumbo’ de Villa Urquiza, que se levantó en una semana, ahora cerraron Sunderland, un club fundado en 1919 en el mismo barrio porteño, que hasta ahora nunca habían «tocado».
Bazán mencionó también el caso de la milonga ‘El Arranque’ que funcionaba en el moderno salón ‘La Argentina’ cerrado desde hace tres meses, a quienes se les “entregó un permiso provisorio que luego revocó el mismo gobierno a pesar de que el lugar cuenta con todas las comodidades de una moderna discoteca”.
En tanto, los organizadores de la más tradicional de todas las milongas de la ciudad, Sunderland, continuaban hoy haciendo gestiones para mantener abierto el club, donde además se practican varios deportes, luego de su clausura de la semana pasada.
Bazán detalló que en los dos locales, las autoridades exigen “instalaciones fijas” de sistemas anti incendio cuando la ley promovida por el ex legislador y milonguero, Elvio Vitali, pedía que las milongas “no tengan instalaciones fijas” por ser innecesarias y sumamente costosas.
El organizador de Sunderland, Jorge Rodriguez, dijo a Télam que en una milonga “la gente no se pelea, no se emborracha ni se droga y es todo muy tranquilo” en oposición al clima que pueden tener las discotecas con ritmos más veloces.
Hace dos meses además clausuraron el salón Canning, del barrio porteño de Palermo, donde se realiza la milonga Parakultural, porque los dueños del lugar no presentaron a tiempo un certificado que debe elevarse todos los años, lo que afectó a los que alquilan el salón para realizar los bailes de lunes a lunes.
Ese formulario, llamado 878, ha producido la mayoría de las clausuras provisorias «por cuestiones burocráticas por lo que casi no hay exigencias de cambios de infraestructura», explicó Bazán en diálogo con Télam.
El milonguero que encabeza la AOM comentó que “para hacer una inspección en un restaurante mandan un formulario dos meses antes, con un cuestionario de 24 preguntas que deben responder los dueños para agilizar los controles, lo que no sucede de manera alguna con las milongas donde las inspecciones son sorpresivas y a la madrugada”.