El sueño perfecto de Sampaoli
Jorge Sampaoli los citó a todos a las 20.30 en Pinto Durán. Después de una tarde libre, el técnico quería que sus jugadores vean la semifinal entre Argentina y Paraguay. Por primera vez en esta Copa América, impartía una orden de este tipo a su plantel. Y está claro, para el argentino el partido de este sábado es lo más importante que le ha tocado vivir en una cancha de fútbol.
Posiblemente, también será el días más importante para todos los que trabajan hoy en Juan Pinto Durán. El casildense, sin embargo, tiene su forma particular de vivirlo.
Porque desde sus primeros días a cargo de un equipo de fútbol, siempre soñó con una jornada así. El día en que su equipo, ampliamente superado en las apuestas, puede lograr una hazaña ante un coloso. El día en que el amateurismo que tanto pregona se imponga a la estrellas y la fama. El día de su partido perfecto.
El argentino Pablo Paván, autor de la biografía autorizada del DT (‘No escucho y sigo’), describe el presente de Sampaoli y la opción de ganar la Copa América. “Yo creo que es un poco una metáfora de su carrera, de lo que le costó trascender a la élite del fútbol mundial”. Y agrega: “Sin duda es el desafío más importante de su carrera y él lo ve de esa manera”.
Al entrenador, de hecho, le gustó mucho más enfrentar a la Albiceleste que a Paraguay en la definición. Una idea que ya le traspasó a sus futbolistas en Pinto Durán, como lo reconoció ayer el presidente de la ANFP, Sergio Jadue: “Muchos jugadores se me acercaron y me dejaron que estaban contentos por enfrentar a Argentina”, dijo.
El adiestrador no tiene miedo de ocultarlo. Cada medida en el búnker de la Roja, la toma saboreando la gloria que está por llegar, aunque el último escollo es el más difícil de todos. “Habla del partido y reconoce que es el desafío que siempre ha soñado enfrentar”, relata uno de sus colaboradores en la Selección.
Más allá de los detalles de tácticos y técnicos, que le gusta repasar una y otra vez, Sampaoli asume que el tema espiritual es un elemento fundamental para este tipo de duelo. Lo mismo pensó en la previa del choque con Uruguay, por cuartos de final, donde visó la exhibición de un video sorpresa para los jugadores, con arengas de sus seres queridos. En el plantel de la Roja reconocen que esa carta del cuerpo técnico fue clave, porque llegó a la fibra del equipo.
De todas formas, en su estilo muy particular, el argentino no pierde de vista la suerte del equipo de su ciudad natal, en el que dio sus primeros pasos como entrenador. “El domingo, el día antes del juego contra Perú, hablé por última vez con Sampaoli. Lo noté tranquilo y le dije que me llamaba la atención. Él me dijo que ya no podía preparar mejor el partido y, luego, me preguntó por cómo estaba jugando Alumni, cómo había salido en su partido del fin de semana. Me pareció increíble”, revela Paván.
Esta final, sin embargo, es otra cosa para el técnico. Más allá de la seriedad de los cinco partidos previos, el Zurdo se ha preparado desde un comienzo para la definición, asumiendo que sería contra Brasil o Argentina. Ahora pondrá todas sus cartas sobre la mesa.
Posiblemente es el encuentro que viene preparando desde los 17 años, cuando soñaba con ser futbolista, pero “ya tenía actitudes de entrenador”, como explica Luis Lutman, uno de sus monitores en las divisiones menores de Newell’s Old Boys, cuando Sampaoli era un adolescente, un proyecto del técnico obsesivo y ambicioso de hazañas que es hoy.