El Papa le puso fin a la controversia por el regalo de Evo Morales
«Entiendo esta obra, la considero una expresión de arte de protesta, para mi no fue una ofensa, se lo digo para que no haya opiniones equivocadas», dijo el Papa Francisco sobre el crucifijo con la hoz y el martillo inspirado por el diseño del jesuita Espinal, asesinado por la dictadura y que le regaló el presidente boliviano Evo Morales.
«La llevo conmigo al Vaticano», aclaró la máxima autoridad de la Iglesia y desestimó así rumores que indicaban que el presente había generado un momento de tensión con el mandatario sudamericano.
«Me preocupa en este momento que no se haga el proceso de paz en Colombia. En este sentido estamos siempre disponibles a ayudar, pero sería feo que el proceso de paz no pudiera ir adelante», dijo en otro orden durante el vuelo de regreso a Roma desde Asunción.
«En Venezuela la Conferencia Episcopal trabaja para hacer un poco, pero no hay nada. En Estados Unidos fue el Señor, después la cosa anduvo bien, por Colombia me auguro, rezo, debemos rezar: 50 años, cuántos muertos, pero sobre Venezuela solo poco», indicó.