México: detienen a penitenciarios por la fuga de Guzmán
Un juez federal mexicano ordenó arrestar a siete de los 30 empleados de la cárcel de alta seguridad El Altiplano, de la que escapó el pasado sábado el jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), que encabeza la investigación, confirmó estas detenciones pero se rehusó a brindar los nombres de los involucrados, según consigna la agencia ANSA. Entre los detenidos figuran personal administrativo y celadores, así como el director del penal El Altiplano, Valentín Cárdenas, quien según los informes habría obtenido un recurso de amparo para evitar quedar incomunicado.
Los detenidos eran investigados por su posible colaboración en la fuga del capo, perpetrada el sábado por la noche a través de un túnel de 1,5 km de longitud al que ingresó por un orificio en el piso de la ducha de su celda.
El gobierno mexicano ha reconocido que el líder del cártel de Sinaloa, uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, debió tener ayuda de funcionarios o trabajadores de la cárcel para su fuga, que generó un gran escándalo internacional y una fuerte humillación para el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Esta es la segunda fuga de «El Chapo» de un penal de máxima seguridad. En 2001 logró escaparse de una cárcel de Jalisco (oeste) supuestamente escondido en un carrito de lavandería y permaneció en la clandestinidad hasta que fue detenido en febrero de 2014.
«Estoy seguro y tengo la confianza plena de que, como hubo el valor, el coraje y la determinación de nuestras fuerzas armadas y de las áreas de seguridad del orden federal para lograr su aprehensión el año pasado, de igual manera la vuelva a haber para lograr su reaprehensión», dijo el viernes el presidente Enrique Peña Nieto.
El gobierno «asume plenamente la tarea que implicaba mantener plena vigilancia sobre este delincuente», señaló Peña Nieto. El mandatario, recién llegado de Francia tras ausentarse casi una semana del país, habló por primera vez del tema en territorio nacional. Peña Nieto, que calificó la fuga como un «agravio», consideró que la frustración de los mexicanos no se resolverá «mediante enojos o llenándonos de ira» sino logrando que los «implicados sean castigados con el peso de la ley».