California: más de 13 mil evacuados por incendios sin precedentes
Las autoridades de California mantienen este martes su batalla contra 23 incendios que han arrasado miles de hectáreas y que han obligado a movilizar a más de 10.000 bomberos en todo el estado, víctima de una histórica sequía.
El fuego de Rocky (Rocky Fire), que quema en los condados de Colusa, Lake y Yolo, situados al norte de Sacramento, la capital estatal, está poniendo a prueba la fuerza de los efectivos de emergencia.
Un total de 3.205 bomberos luchan contra el avance de las llamas, apenas controladas en un 12% y que han consumido más de 26.300 hectáreas.
Cuatro avionetas y 19 helicópteros apoyan desde el aire las operaciones, pero la bola de fuego ha logrado calcinar 50 estructuras, de las cuales 24 eran viviendas, y amenaza a más de 6.000 edificaciones.
El «Rocky Fire» ha obligado a desplazar a miles de efectivos de sur a norte del estado debido a su potencia, que ha conllevado la evacuación de 13.000 personas y el corte de autopistas.
«De hecho, hemos aumentado el número de personal, mantenido bomberos que debían irse a descansar y cancelado los días de descanso», según contó a la cadena MSNBC el responsable de comunicación del departamento de emergencias CalFire, Daniel Berlant.
Las autoridades californianas también cuentan con la ayuda de otros estados, como Colorado (centro-oeste), que ha enviado su reserva aérea.
Todavía se desconocen las causas que dieron pie a este gigantesco fuego, porque la mayoría de los focos que están activos comenzaron tras la lluvia de relámpagos que cayó la semana pasada en California.
La histórica sequía que afecta el estado desde hace cuatro años y las altas temperaturas, propias del verano boreal en esta zona del oeste de Estados Unidos, han favorecido la proliferación de las llamas y su descontrol.
La gravedad de la situación y la muerte de un bombero el jueves obligó al gobernador Jerry Brown a declarar el estado de emergencia la semana pasada para disponer de todo el presupuesto y material necesario.
El presidente estadounidense, Barack Obama, sigue de cerca la evolución de los acontecimientos y ha pedido a su equipo estar «en permanente contacto con las autoridades locales», según dijo a la prensa el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Las condiciones meteorológicas no parecen mejorar esta semana, ya que se esperan «nuevas tormentas de rayos en los próximos días», de acuerdo con Berlant.