Tevez y el Superclásico
El Apache vuelve a ser protagonista del duelo más trascendente de nuestro país después de un recorrido espectacular por el mundo.
Hace poco más de un año, Carlos Tevez se terminó de convencer cuando miraba un partido en la pantalla del televisor de su casa en Turín: era el momento del regreso. De retornar a sus pagos. De pisar otra vez el club que lo cobijó desde los 13 años cuando se desprendió del apellido Martínez para desembarcar desde All Boys. Ya no aguantaba más esa rutina de seguir a Boca a través de la tevé. Quería estar cerca, adentro y, sobre todo, sentir el calor de la antesala de un Superclásico. Imaginaba estas horas en las que vive la ansiedad previa a esa gran cita otra vez. Hoy, cerca de las 18:15, será el instante en el que volverá a enfrentar a River después de 11 años, 5 equipos y 14 títulos repartidos en cinco países. Será, además, un encuentro clave para la estancia de Rodolfo Martín Arruabarrena y esa asignatura pendiente en los juegos importantes en los que sólo ganó dos de once.
La última vez de Carlitos en un Superclásico contiene una imagen infrecuente en el historial entre ambos: una renuncia del técnico segundos después del partido. En octubre del 2004 cuando, por la 14 fecha, Boca cayó en el Monumental por 2-0 y precipitó la salida de Miguel Ángel Brindisi que se despidió en el vestuario visitante del Antonio Vespucio Liberti. El entrenador, años después, se arrepintió de haber tomado esa decisión en ese lugar y al calor de esa dolorosa derrota por los goles de Gastón Fernández y Nelson Cuevas. Tevez ahora saldrá al rescate del Vasco que, de cualquier modo, evitará copiar el antecedente de Brindisi.
Las chances de Boca, que perdió la punta durante la ausencia del 10, recaen sobre el treintañero de Fuerte Apache que empezó a jugar el partido desde el día que llenó La Bombonera en su presentación. «Si me perdonan que me echen, vuelvo a hacer la gallinita», dijo ese día en la conferencia del regreso y recordó el festejo de las semifinales de la Libertadores de 2004, la única vez que convirtió un gol ante River. «Siempre le ganamos», acotó sobre su historia frente al Millonario, como para solapar las últimas caídas desde 2014 a esta parte.
«Yo ya la gané», bromeó el ídolo a fines de julio cuando Boca le acababa de ganar a Banfield en la Copa Argentina mientras el Millonario iba a la conquista de la Libertadores ante Tigres. A Tevez le llegará el momento de desparramar todas esas chicanas y esas burlas sin maldad sobre el Monumental que, como en el día de la gallinita, será todo blanco y rojo. Será, en efecto, tan adverso como la última vez.