Doble crimen en Rosario
Dos hermanos de 26 y 28 años fueron asesinados a balazos en su casa de Rosario, donde los encontró su madre, y por el hecho aún no hay detenidos, informaron fuentes policiales.
Si bien en un primer momento se especuló con la posibilidad de que se tratara de un femicidio cometido por una ex pareja de la joven, testimonios de allegados a la víctima relativizaron esa hipótesis, dijeron voceros de ligados a la causa.
De todos modos, el coordinador de la Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario, Adrián Spelta, no descartó completamente esa pista como tampoco «ninguna otra hipótesis».
El doble crimen ocurrió ayer a la mañana entre las 8 y las 8:30 en una vivienda ubicada en Castro Barros 5566, del bario Saladillo, de la zona sur de Rosario, señaló Tiempo Argentino.
En un chalet de ese barrio residencial fueron baleados los hermanos Agustina y Javier Ponisio, a quienes su madre halló muertos, dijeron a Tálam fuentes de la investigación. Desde el lugar del hecho, el fiscal Spelta precisó que uno de los jóvenes recibió tres disparos y el otro cuatro, de los ocho que se efectuaron en el lugar.
Además, dijo que uno de los hermanos estaba en la planta baja del chalet y el cuerpo del otro en la planta alta.
Consultado acerca de las principales hipótesis de investigación sobre el móvil del doble crimen, el fiscal dijo que «se barajan todas».
«En este momento no se descarta ninguna de las hipótesis, habida cuenta de la cercanía del hecho sucedido», sostuvo Spelta.
Sin embargo, aclaró que la puerta de la vivienda no estaba forzada y que la familia no había encontrado «faltantes», por lo que la posibilidad de que se haya tratado de un robo se reducía.
«Lo que sí podemos decir es que (la chica) no tenía ninguna pareja estable, por lo que dijeron sus familiares», agregó Spelta en relación con una primera hipótesis sobre un presunto femicidio.
Una vecina y amiga de Agustina también indicó a la prensa que «no tenía pareja, estaba todo el día en la casa». Durante toda la tarde de ayer el fiscal tomó testimonios a cada uno de los vecinos que pudieran aportar datos de los momentos anteriores o posteriores al crimen.
Los investigadores trabajaban también sobre una pista aportada por un vecino, quien indicó que tras escuchar las detonaciones un automóvil Fiat Siena verde salió rápidamente por la calle donde se produjo el doble crimen. Los vecinos confiaron que «eran dos chicos muy buenos»