River se complicó con un equipo débil pero pasó
River sufrió en demasía pero accedió a las semifinales de la Copa Sudamericana y mantiene viva la ilusión de defender el título. Aunque jugando así no será sencillo. En Brasil, ante el ignoto Chapecoense, el equipo de Marcelo Gallardo cayó por 2-1, en parte culpa de la pésima noche de Álvarez Balanta, y selló la clasificación gracias al categórico triunfo de la semana pasada en el Monumental (3-1).
Un centro desde la derecha cuando promediaba el primer tiempo encontró al delantero Bruno Rengel a espaldas del colombiano, su remate de cabeza se desvió en la del defensor del equipo argentino y ahí comenzó oficialmente la noche negra de los de Núñez. Sin embargo, el héroe de los últimos tiempos le dio oxígeno a los de la banda. Al cierre de la etapa inicial, Pisculichi encontró a Sánchez dentro del área, y el uruguayo anotó el empate transitorio.
La obligación era salir más concentrados en el segundo tiempo para no pasar grandes sobresaltos. Pero a los 8 minutos una grosera falla de Balanta posibilitó el segundo tanto local a través del propio Rengel. Desde ese momento elelenco argentino se decidió a defender, aunque mal lo hizo. Chapecoense tuvo más de una situación para ampliar la ventaja y estirar la definición a los penales, o incluso eliminar al campeón vigente dentro del campo de juego, pero chocó repetidamente contra la solvencia de Barovero.
Ahora el Millonario deberá esperar a lo que ocurra mañana entre Independiente de Avellaneda y su homónimo colombiano. Si ganan los argentinos, River se medirá por la semifinal de la Sudamericana ante Sportivo Luqueño, en caso de pasen los cafeteros el cuadro de la banda peleará por llegar a la final contra Huracán de Parque Patricios.