El Congreso de Estados Unidos dificulta el cierre de la cárcel de Guantánamo

EL SENADO DE LOS ESTADOS UNIDOS APROBÓ POR 91 VOTOS CONTRA 3 UN PRESUPUESTO DE DEFENSA QUE PROHÍBE TRASLADAR A TERRITORIO ESTADOUNIDENSE PERSONAS DETENIDAS EN LA CÁRCEL MILITAR DE GUANTÁNAMO, Y LO ENVIÓ A LA FIRMA DEL PRESIDENTE BARACK OBAMA.

El proyecto había sido aprobado La semana pasada en la Cámara de Representantes (diputados),
por 370 votos a 58.

El portavoz presidencial, Josh Earnest, aseguró que Obama firmará la ley, que asigna 607.000 millones de dólares a los gastos de defensa.

Según Earnest, Obama considera que el cierre de la prisión es una «prioridad de seguridad nacional», y agregó que diversos ex secretarios de Estado, republicanos y demócratas, compartían ese criterio.

Sin embargo, el vocero anticipó que Obama firmará la versión actual de la norma, conocida como Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA), porque «contiene directivas importantes para manejar y proteger el país», aunque sin cambiar por ello su posición sobre la prisión.

La ley incluye entre otras medidas, la autorización para brindarle asistencia letal a las fuerzas del régimen de Kiev que combaten a los rebeldes de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, y una partida para ayudar a las fuerzas iraquíes que combaten al Estado Islámico (EI).

La ley contiene además disposiciones que dificultan más que antes el cierre de la prisión.

El cierre de la prisión militar de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene bajo control militar personas que carecen de derecho a juicio, es objeto de un largo enfrentamiento entre el Congreso y Obama, que la incluyó en las promesas electorales de su campaña de 2008.

El Congreso le ha impedido a Obama llevar adelante su promesa y en este momento está en debate la necesidad de la aprobación legislativa de la medida, que el actual presidente estadounidense considera posible de ser impuesta por un decreto, según insinuó Earnest la semana pasada.

De los 112 detenidos que quedan en esa cárcel, 53 han recibido la aprobación para ser transferidos a terceros países, según detalló hoy Earnest.

De hecho, el Departamento de Defensa ya preparó un informe sobre las eventuales prisiones en territorio estadounidense que podrían albergar a los internados en la cárcel de Guantánamo que no se puedan transferir a otras naciones, informó el New York Times.

La cárcel de Guantánamo fue abierta por orden del entonces presidente estadounidense George

W. Bush, después de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de septiembre de 2001.

El centro de reclusión alojó rápidamente más de 800 internos, sin juicio ni defensa, y en muchos casos bajo condiciones violatorias de los derechos humanos.