Macri habló de economía pero sigue sin decir el nombre de su ministro
EL CANDIDATO A PRESIDENTE DE CAMBIEMOS AFIRMÓ HOY QUE QUIERE UN MINISTRO DE ECONOMÍA DE «PERFIL DESARROLLISTA» Y ASEGURÓ QUE «EL CAMBIO FUNDAMENTAL» EN CASO DE GANAR EL DOMINGO «SERÁ TENER UN GABINETE ECONÓMICO EQUILIBRADO».
El candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, afirmó hoy que quiere un ministro de Economía de «perfil desarrollista» y, aunque no reveló los nombres que baraja para es cartera, aseguró que «el cambio fundamental» en caso de ganar el balotaje del domingo «será tener un gabinete económico equilibrado en cuanto a las funciones de los ministros».
«No habrá mas casos como los de Domingo Cavallo o Axel Kicillof, el ministro de Economía tiene que tener el mismo peso que el ministro de Infraestructura y el de Producción y el de Agricultura. Habrá equilibrio», sostuvo Macri en una rueda de prensa en la localidad jujeña de Huacalera, en donde pasaba la jornada hasta trasladarse a Humahuaca para el acto del cierre de campaña.
Si bien el término «desarrollista» puede hacer creer que fue un guiño a Rogelio Frigerio, fuentes del PRO aseguraron a Télam que el dirigente del MID y titular del Banco Ciudad probablemente sea ministro del Interior, mientras que el hermetismo con respecto al titular de Hacienda permanecerá hasta la semana que viene (las especulaciones se centran en Alfonso Prat-Gay aunque no hay certezas).
Además, Macri negó que vaya a hacer un ajuste porque la Argentina «está ajustada ya hace cuatro años, congelada, no se consiguen nuevos trabajos» y cuestionó que, de ganar las elecciones, Cambiemos recibirá -a su entender – «una economía con un enorme desorden y un Banco Central pelado».
«Sabemos cómo es la Argentina y lo que hay que hacer para que vuelva a crecer» y sostuvo que se fijará «límite cero para las exportaciones. Sabemos que si ganamos aumentará la cosecha por la baja de retenciones. Mi foco estará en que los argentinos inviertan en el país, que es uno de los problemas que tenemos, y así contagiaremos a los extranjeros para que vengan a invertir», añadió.
Ante la prensa local y extranjera, Macri dijo ve «muy mal» a su rival kirchnerista, Daniel Scioli, porque está «radicalizado en la mentira».
«Es una verdadera desilusión, nos engañó a todos, una década queriendo demostrar que no era igual al kirchnerismo y finalmente es lo mismo. Él dice que soy una mala persona, porque dice que quiero causarle daño a los argentinos. No creo que el fin justifique los medios», opinó.
Consultado por la política de derechos humanos, Macri enfatizó: «No habrá ningún cambio, lo que no pasará es que nos creamos los dueños de los derechos humanos. Vamos a estar alineados al mundo, defendiendo los Derechos Humanos y la lucha contra el terrorismo».
También ante una pregunta sobre la política comercial, Macri dijo que fue «otra mentira de Scioli» la presunta liberación de las importaciones: «Yo jamás dije que vamos a abrir en forma indiscriminada las importaciones. En Argentina tenemos un severo problema de competitividad porque el Estado no cumple con su rol».
Macri eligió la localidad de Humahuaca para el cierre de campaña -que será a las 19 en el Monumento a los Héroes de la Independencia- porque Jujuy «representa la deuda que tiene nuestro país con el Norte y porque la Quebrada de Humahuaca es Patrimonio de la Humanidad».
Luego, Macri participó del tradicional ritual religioso de la Pachamama en la localidad de Huacalera, en el monumento al Trópico de Capricornio, junto al gobernador electo, Gerardo Morales, el diputado José Cano, el presidente del PRO, Humberto Schiavoni, y los jefes de campaña, Marcos Peña y Emilio Monzó.
Al retirarse, cuando medios locales le preguntaron qué le pidió a la Pachamama, Macri respondió: «Le pedí sabiduría y fortaleza para conducir al pueblo argentino por el buen camino».
Previamente, durante la conferencia de prensa en el hotel donde pasaron la noche (Macri y su comitiva arribaron a Jujuy a las 3 de la madrugada), Peña consideró que la denominada por ellos «campaña del miedo» no tuvo efectos en los sondeos que manejan y cree que estas cuatro semanas desde la elección general «fue más para la reafirmación de lo que cada votante pensaba. El miedo se quebró el 25».
Por su parte, Morales dijo que «la campaña del miedo no sirve» y que «el 80 por ciento del voto recibido por Sergio Massa en el norte va para Cambiemos».