Néstor «construyó una nueva Argentina»
LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER RINDIÓ HOMENAJE AL EX PRESIDENTE NÉSTOR KIRCHNER Y RECORDÓ QUE, PESE A HABER ASUMIDO EL GOBIERNO CON LA «MENOR CANTIDAD DE VOTOS» DE TODA LA HISTORIA, «CONSTRUYÓ UNA NUEVA ARGENTINA» A PARTIR DE SUS «CONVICCIONES, CORAJE, DECISIÓN Y VISIÓN ESTRATÉGICA».
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner rindió homenaje al ex mandatario Néstor Kirchner al descubrir una escultura en el Salón de Bustos de Presidentes Argentinos de la Casa Rosada y recordó que, pese a haber asumido el gobierno con la «menor cantidad de votos» de toda la historia, «construyó una nueva Argentina» a partir de sus «convicciones, coraje, decisión y visión estratégica».
Al encabezar el último acto de su mandato, acompañada por el jefe de estado boliviano, Evo Morales, y por gobernadores, intendentes, legisladores y ministros, Cristina reseñó que el ex presidente se coló «por las hendijas de la historia» para «hacerse cargo de un país y de su pueblo».
El busto del presidente que gobernó la Argentina entre el 25 de mayo de 2003 y el 10 de diciembre de 2007 quedó así incorporado a la Galería ubicada en la planta baja de la Casa Rosada, en el Hall de Honor que sirve de escenario para recibir visitas ilustres, donde en 2008 la mandataria ya había colocado las figuras de Héctor Cámpora y Raúl Alfonsín.
La presidenta agradeció hoy a «todos los hombres y mujeres que acompañaron a Néstor Kirchner durante su presidencia y a quienes me acompañaron a mí, no solo a los funcionarios del Ejecutivo, gobernadores, intendentes» y realizó una mención especial al gobernador bonaerense Daniel Scioli, al tiempo que lamentó los «agravios, calumnias e injurias» que sufrieron los funcionarios del gobierno nacional en los últimos años.
«No es lo mismo ser ministro de un gobierno popular que ser ministro de un gobierno mediático o con impunidad mediática», resaltó.
Además, sostuvo que «no hay que confundirse» porque «el lugar natural de un militante no tiene que ser un gobierno, tiene que ser junto a la gente», al agradecerle a los movimientos sociales «que bancaron e hicieron el aguante, todos estos años».
En este sentido la mandataria les indicó que «el trabajo sigue con más fuerza que nunca» y les agradeció también a los organismos de derechos humanos que «no acompañaron al gobierno, acompañaron la política de Derechos Humanos que reclamaron durante décadas sin ser escuchados».
En su último acto oficial, la presidenta pidió que “Dios ilumine a toda la dirigencia argentina que va a gobernar el país para que piensen en este mundo nuevo y que cuiden a los argentinos, porque no hay un lugar seguro en el mundo y tenemos que tener la claridad de saber que tenemos que poner los intereses del país por sobre todo alineamiento con países extranjeros”.
“Estamos ante un nuevo mundo y una nueva región con nuevos desafíos”, agregó Cristina y apuntó que «hay una agenda que no es una agenda de la Argentina o de algún país en especial, sino que hay una agenda que se escribe desde afuera para la región».
En este sentido, la mandataria sostuvo que esa agenda «pivotea sobre tres ejes fundamentales» que son «la hegemonía mediática, un eje político, que se ha venido dando a los largo de los 200 años de historia, y una tercera pata, que reemplazó a las fuerzas militares», a la que denominó «el partido judicial».
Junto al mandatario de Bolivia, la jefa de estado resaltó el «No al Alca» de la región en 2005 en Mar del Plata y las figuras de Kirchner, del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y del ex presidente brasileño Lula Da Silva. «Supieron ver que la historia de la región merecía un camino diferente y se produjo el encuentro impensable de líderes», indicó.
«Son reflexiones que hago en voz alta en una tarde especial», señaló la presidenta. «Debería haber hablado más de él», dijo en referencia al ex presidente Kirchner, «pero una manera de hablar de él es intentar ser su voz en esta etapa histórica para los argentinos», finalizó, para dirigirse a continuación al escenario instalado en las afueras de la Casa Rosada, para brindar un discurso ante una multitud reunida para despedirla en su último día de gobierno.