Macri bailó un tema de Gilda en el balcón de la Rosada y Michetti cantó
La multitud había arrancado con la arenga de campaña, «sí, se puede», que pronto derivó en un «sí, se pudo». Mauricio Macri, asomado en el balcón de la Casa Rosada, con su esposa Juliana Awada y su hija Antonia peligrosamente cerca del balcón, empezó a soltarse. Primero repitiendo esa arenga y luego empezando a jugar con la posibilidad de caer en otro de sus clásicos: el bailecito ganador.
«Qué baile, qué baile», le comenzo a pedir la gente, ya pasadas las 13.30 y el presidente se hizo el difícil. «Con la banda no puedo. Además le prometí a Bachelet que bailaría con ella, tendría que ir a buscarla», siguió.
Pero casi ni hubo que repetir el pedido, que al minuto estaba si el atributo presidencial y con movimientos de dudosa destreza aunque largamente festejados por la gente. Entonces sí, empezó a sonar un tema de Gilda y Macri, primero sólo con los brazos y luego con movimientos de cuerpo entero se sumó a la fiesta. Se mostraba feliz. Antes, había hablado emocionado desde el balcón agradeciendo varias veces el apoyo.
Ya por el medio del tema, la que se prendió fue la vice, Gabriela Michetti, quien micrófono en mano acompañó con su semi afinada las estrofas de la ya mítica bailantera.
«Tenemos que atender a los invitados del extranjero, besos a todos. Los amo, graciaaaaaaaassssss, graciaaaaaaasss», se había despedido un casi afónico Macri.