En el tradicional discurso del martes 1° de marzo próximo ante la Asamblea Legislativa, Macri expondrá los principales lineamientos de la política nacional a desarrollar durante este año y anunciará los proyectos legislativos que enviará al Congreso nacional para su tratamiento.
Hay sectores del oficialismo y del establishment que presionan para que el presidente en su discurso hablé de la «herencia» que recibió su gobierno, como es el caso del ministro del Interior y Transporte, Rogelio Frigerio, quien aseguró: «Va a tener tiempo para explicar en una parte de su discurso la situación que heredamos y cómo hacemos para salir». En tanto, para Lilita Carrió «la herencia catastrófica».
En la misma línea, el analista político Rosendo Fraga también arengó en numerosas entrevistas que Macri debe «desenmascarar los supuestos éxitos sociales del kirchnerismo». Al igual que varios columnistas de dos conocidos matutinos, que bogan para desprestigiar los gobiernos de Cristina Fernández y así justificar la inflación, la suba del dólar, la devaluación, la crisis actual del Indec, los despidos y el ajuste en general.
Sin embargo, algo de peso para que el discurso de apertura no vaya por ese camino es que el gurú de Macri, Durán Barba, le recomendó en varias oportunidades «no hablar de la herencia». Algo que repitió públicamente reiteradas veces, desde antes de las fiestas de fin de año y hasta la actualidad. Con lo cual se espera que todo se encamine por el lado de «las propuestas», como las de la rebaja del IVA y la reforma política, y no el de las acusaciones.
Por otro lado, Macri solicitará a los diputados y senadores la sanción de un conjunto de leyes clave, como la derogación de la ley Cerrojo y Pago Soberano, que según la lógica de su gobierno, le impiden reabrir el proceso de canje de la deuda pública realizado en 2005 para los bonos en cesación de pago.
El presidente del bloque del PRO, Nicolás Massot, anticipó esto al declarar que el presidente buscará «derogar en marzo la Ley Cerrojo y la de Pago Soberano» para poder avanzar de manera firme en la resolución de las negociaciones encaradas por el gobierno nacional.
Qué pasó durante el receso legislativo
Cuando asumió como presidente, Macri no llamó a poner en funcionamiento el Congreso y de manera sorpresiva designó a dos jueces para la Corte Suprema «en comisión», es decir, sin pasar por la aprobación del Senado. Además, decidió que no habría prórrogas de sesiones ordinarias, ni sesiones extraordinarias, para darle tratamiento a los Decretos de Necesidad y Urgencias (DNU) firmados y por firmar.
Recién a los dos meses exactos de asumir, el 10 de febrero, se oficializó un llamado a sesiones extraordinarias en la Cámara Alta, para tratar los pliegos de los jueces, el nombramiento de embajadores y los ascensos de militares.
Un día antes de la mencionada sesión extraordinaria, los jefes de todos los bloques del Senado fueron recibidos en la Casa de Gobierno por la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, y el jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, para tratar de llegar a algún acuerdo previo al debate formal.
Uno de los temas más calientes a tratar en esa extraordinaria era la designación de los jueces para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, nombrados en comisión por el presidente. Decisión muy criticada tanto por la oposición como por aliados.
Otro tema caliente fue el que originó el decreto dictado por Macri mediante el cual se derogó el dispuesto por la ex presidenta Cristina Fernández que ordenaba devolver a las provincias el 15 por ciento de coparticipación. Algo que mantuvo en alerta a los mandatarios provinciales
Sin embargo, a escasos días de la apertura legislativa, el jueves pasado, el oficialismo parlamentario, con ayuda del massismo, logró emitir dictamen de mayoría en la comisión bicameral de Trámite Legislativo, lo cual marcó un gran logro del macrismo, justo antes del inicio de sesiones.
Peronismo dividido: el FpV y el Bloque Justicialista
Casi un mes antes del inicio de sesiones ordinarias del Congreso, exactamente el 3 de febrero, un grupo de legisladores, liderados por Oscar Romero y Diego Bossio, se fue del FpV y conformó un nuevo bloque de 14 diputados peronistas, incitados principalmente por el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, ladero de Macri en cada acto de gobierno relevante.
Luego de esto, el kirchnerismo se quedó con 80 legisladores y Cambiemos pasó a ser la primera minoría de Diputados. En ese sentido, un tema no menor es la puja previa a la elección de autoridades en el ceno del Partido Justicialista, que definirá el rol que cumple el peronismo como oposición.
Esto provoca que el mapa legislativo de 2016 sea diferente al planteado el 10 de diciembre. Además hay en juego varios factores, decisiones que tomó el Ejecutivo que no cayeron bien, como por ejemplo la eliminación de retenciones a la minería, la inflación desmedida, la falta de datos oficiales del IPC, el gambito con el impuesto a las Ganancias y las discusiones paritarias, que ya generan un clima de tensión, y que podrían provocar rupturas en Cambiemos.
Estos son sólo algunos de los temas candentes de la agenda legislativa para este 2016, con lo cual aun es precipitado prever como quedará el mapa definitivo del Congreso y de momento, el croquis se va haciendo cada vez más complejo.
Los cambios en Cambiemos
En la Cámara Baja se deberán cubrir las vacantes generadas por las renuncias de más de 20 diputados, ya que con el recambio de gobierno pasaron a desempeñarse como ministros, embajadores, gobernadores e intendentes.
En una sesión especial que se llevará a cabo el próximo martes, luego de la apertura de sesiones, Macri le tomará juramento a los legisladores que asumirán en reemplazo de quienes fueron nombrados en distintos puestos, tanto en el ámbito del Ejecutivo como en el diplomático y por cargos electorales.