Fuerte repudio a la represión en la marcha anual de las mujeres
La comisión organizadora del 31 Encuentro Nacional de Mujeres repudió «enfáticamente cualquier tipo de represión» luego de los incidentes ocurridos frente a la Catedral de Rosario, en el marco de evento que congregó a 90.000 personas en esta ciudad santafesina. «Repudiamos enfáticamente cualquier tipo de represión», señalaron las mujeres en un comunicado oficial difundido por redes sociales.
La Comisión cuestionó la represión ejercida por las fuerzas de seguridad en la intersección de las calles Buenos Aires y Santa Fe y sus alrededores, en inmediaciones de la Plaza 25 de Mayo, a metros de la Catedral.
El comunicado agrega que «los hechos sucedidos durante la marcha, principalmente, pusieron en riesgo la seguridad y la vida de las miles de mujeres» que se autoconvocaron a una de las ciudades más populosas del país.
Los incidentes ocurrieron poco después de las 22 del domingo cuando un grupo de mujeres se desprendió de la columna principal de la marcha del Encuentro Nacional, que tenía como destino el Monumento a la Bandera, para apostarse frente a la Catedral donde una decena de hombres rezaban un rosario. «Esta Comisión Organizadora trabajó durante 11 meses para garantizar que éste Encuentro sea exitoso, pacífico y seguro», aclararon las organizadoras en el mensaje.
La diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, explicó en diálogo con Radio 10 que la marcha recorrió 40 cuadras de la ciudad santafesina y en un breve trayecto pasó por el frente de la Catedral. «La columna nuestra venía más atrás, pero muchas compañeras que venían adelante corrieron cuando se desató la represión. Era una marcha absolutamente tranquila», dijo y recordó que el año pasado en Mar del Plata los incidentes se produjeron con un grupo neonazi.
«Siempre están esto grupos de provocadores dentro de las Catedrales y la policía siempre los vigila y los custodia. La marcha era tranquila y multitudinaria y terminó en una represión. Hay que encontrar a los responsables y es importante que se investigue. En Mar del Plata tardaron un año en identificarlos», afirmó la legisladora.
«Algunos medios buscan el titular del incidentes, pero fue una represión. La marcha fue enorme. Las mujeres tenemos mucho que reclamar a la jerarquía de la Iglesia católica que es una de las que impide que en la Argentina haya aborto legal, seguro y gratuito, que permita que no sigan murieron 300 mujeres por año», subrayó la dirigente.
Según dijo Bergman, la policía estuvo «agazapada» a la espera que pase las mujeres. «No puede actuar de esa manera», enfatizó al apuntar contra el gobierno del socialista Miguel Lifschitz. Por los disparos con balas de goma resultó herido el fotógrafo José Granata, de la agencia oficial Télam,
El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, afirmó que los violentos incidentes registrados estuvieron planificados. «Siempre detrás de esto hay algún cerebro, había mujeres tapadas que se venían preparando», dijo el religioso.
Según versiones policiales, un grupo de mujeres atacó a piedrazos y con pintadas la Catedral de Rosario, lo que llevó a las autoridades religiosas a denunciar el hecho por vía telefónica al 911.
«Si bien el grueso de la marcha, la inmensa mayoría, transitaba pacíficamente, siempre en estas manifestaciones algún grupo que creo que fue muy minoritario que tiene una violencia y una agresividad muy grande produjeron estos incidentes», dijo el Arzobispo de Rosario.
Martín aseguró que la Iglesia apuesta al «diálogo» y a la «paz» y cree en el «desafío es vivir juntos» aunque haya grandes disensos en algunos temas, pero se quejó de que «siempre hay esa intolerancia, esa violencia que se ejerce».
La máxima autoridad de la Iglesia en la ciudad santafesina dijo que los hechos violentos expresan «una situación interior de mucho malestar y de algún modo una fragilidad» en quienes desataron los incidentes.
Martín le pidió a las manifestantes que «reflexionen sobre lo que han hecho» porque -dijo el religioso- «lo importante es tomar conciencia, de que tenemos que dar un paso de civilización, de convivencia pacífica».