Zalazar quedó imputado por «triple femicidio»
El fiscal a cargo de la investigación de los asesinatos de tres mujeres en el departamento mendocino de Godoy Cruz agravó la carátula de la causa al único detenido, Daniel Zalazar, informó la Procuración de la Corte provincial.
Por su parte, la madre de una de las víctimas dijo que siente «mucho dolor» por lo ocurrido pero que no quiere «la pena de muerte» para el acusado, que de ser hallado culpable de los delitos que le atribuyen será condenado a prisión perpetua.
Según fuentes de la Procuración, el fiscal de la causa, Santiago Garay, amplió y agravó hoy la imputación a Zalazar (30), quien en principio había sido acusado de un solo «femicidio», el de Claudia Arías (31) y de dos homicidios «agravados por alevosía», el de Marta Susana Ortíz (45) y Silda Vicenta Díaz (90).
Ahora, el fiscal aplicó para los tres casos el inciso 11 del articulo 80 del Código Penal, que de acuerdo a la última reforma, denominada «Ley de femicidio», aplica prisión perpetua por el homicidio de una mujer «perpetrado por un hombre» y cuando «mediare violencia de género».
Respecto a los homicidios de las dos últimas mujeres, el fiscal ahora los calificó también con el agravante de «criminis causa»,es decir que los cometió con la intención de lograr la impunidad por el femicidio de Arias.
Garay también le había imputado a Zalazar la «tentativa de homicidio agravada por la alevosía (estado de indefensión de la víctima) y el vínculo», a raíz de las graves heridas de arma blanca infligidas a la hija de 9 meses que tenía con Arias.
La misma tentativa, pero agravada sólo por «alevosía» le había atribuido por las puñaladas aplicadas al hijo de 11 años de Arias, pero con la nueva imputación, el fiscal cambió el agravante por el de «criminis causa» y sumó como víctima de este delito al hermanito de ocho años.
Este último niño fue el que logró escapar del agresor, esconderse durante horas en el baúl de un auto y llamar a su abuela Miriam para avisarle lo que había ocurrido y que mandara «cinco ambulancia porque están todos muertos».
«Aquí estamos con mucho dolor, todavía no terminamos de comprender todo lo que nos está pasando. Sólo tenemos el sostén del Señor, el sostén de la oración», afirmó esta mañana a la prensa Miriam, quien agregó que sus nietos «están bien y contenidos» por la familia.
La mujer manifestó que al detenido sólo lo conocía «por fotos» y que «jamás» imaginó que podía atacar a su hija y a las otras víctimas.
«Yo no quiero la pena de muerte (para Zalazar) porque yo no voy a responder de la misma manera que él ha respondido con mi familia», dijo Miriam y añadió que «eso sería generar más violencia».
En tanto, las autoridades del Hospital Humberto Notti, donde hoy continuaba internados los niños heridos, informaron por medio de un parte médico que los dos pacientes «se encuentran internados en el Servicio de Terapia Intensiva».
«La paciente de nueve meses se encuentra estable, sin respirador pero con bigotera, ha comenzado a alimentarse por sí misma, y es muy probable que pase a sala común», indicó el informe.
Y luego señaló que «el paciente de once años se encuentra estable, sin asistencia mecánica respiratoria, sin inotrópicos, con tratamiento de antibióticos» y que «continúa en estado reservado por la envergadura de las heridas».
El múltiple ataque ocurrió el domingo cuando Zalazar, según relataron dos de los hijos de Arias, ingresó a la vivienda ubicada en las calles Entre Ríos y Neuquén del barrio Trapiche de Godoy Cruz, donde discutió con la mujer por la realización del ADN de la beba y luego la asesinó a puñaladas junto a tía y a la abuela de ésta.
De acuerdo a la acusación fiscal, el sindicado autor, que trabajaba como profesor de taekwondo, también apuñaló a la beba de nueve meses y al niño de 11 años, e intentó agredir al niño de 8 pero no lo logró, tras lo cual, escapó y se dirigió hasta un hospital donde dijo que había sido herido durante un asalto.
Sin embargo, el hombre quedó detenido luego de haber sido señalado a la Policía por los dos niños involucrados.
Por su parte, Zalazar se declaró inocente en su indagatoria ante el fiscal Garay a quien le dio la misma versión del supuesto asalto.
El acusado permanece alojado en el Pabellón 5 de la cárcel de la calle Boulogne Sur Mer, en la capital mendocina, y según los primeros peritajes es imputable, informó la Procuración.