Cristina Kirchner retrocedió ante Bonadio y va sola a Comodoro Py
Cristina Kirchner entendió los costos personales de su último capricho político y decidió cumplir las normas del Código de Procedimiento. La ex presidente se resistía a «tocar el pianito» y contestar las preguntas del informe socio-ambiental ante Claudio Bonadio, alegando que este juez federal había montado una caza de brujas en su contra con la causa dólar futuro.
Por eso, no concurrió en término a Comodoro Py, grabó un videíto adonde quedaba probado su desacato al tribunal y reiteró públicamente que recién viajaría a Buenos Aires después del cumpleaños de su nieto.
Cristina quería su módico 17 de octubre. Estaba provocando a Bonadio, que ya había reiterado su decisión de detener a la ex presidente si no comparecía el 29 de noviembre a las once en punto. El juez federal no iba a dudar en apresar a la ex mandataria, trasladarla a Buenos Aires y disponer que se tomen sus huellas dactilares y que se complete su informe socio-ambiental. Bonadio se crió en el peronismo, y sabe cómo funcionan las reglas básicas del poder político.
Durante días, Cristina enfrentó la simple decisión procesal de la justicia. Hasta obligó a su abogado defensor -un exquisito profesor universitario- que presentara recursos que no están previstos en las normas positivas y que jamás fueron considerados por la jurisprudencia y la doctrina.
Cristina Kirchner tiene una aversión personal contra Bonadio, y prefería el escándalo institucional a darle la razón. En realidad, no se trata de un triunfo personal de Su Señoría: así está previsto en la ley. Y las leyes están para cumplirlas.
Pero el cumplimiento de la norma positiva no fue la causa efectiva que puso a Cristina en un avión rumbo a Buenos Aires. En realidad, Cristina Kirchner enterró su propio 17 de octubre ante la imposibilidad de contar con una fuerte movilización ante el juzgado de Bonadio. Sin militantes, no hay «Día de la Lealtad K». Y menos todavía conducido por un puñado de dirigentes -Máximo Kirchner, Amado Boudou, Luis D´Elía, Axel Kicillof-, que también tienen cuentas pendientes en la justicia federal.
Al final, sólo se trata de un acto procesal que un imputado ejecutará con todas las garantías legales en un juzgado federal. Cristina le puso nombre propio, a una diligencia que se repite todos los días en Comodoro Py. Bonadio es un hecho aleatorio en la causa, si hay pruebas cualquier juez hubiera actuado de la misma manera. Eso se llama independencia del Poder Judicial, que en el léxico de Cristina Kirchner se denomina persecución política.
No hay relato en el Código Penal.