Abiertos al mundo: buenas y malas de la política exterior en el primer año en la Rosada

Muchos aspectos positivos marcan su primer año, pero dos manchas alteraron su invicto.

El primer año de Mauricio Macri en el poder estuvo marcado por el giro aperturista, un hecho que marcó uno de los contrapuntos más fuertes que tuvo con respecto al gobierno saliente, el de Cristina Fernández de Kirchner.

Fuentes de la Casa Rosada consultadas por Télam aseguraron que, entre las visitas oficiales de jefes de Estado y de Gobierno a Buenos Aires y los viajes presidenciales al exterior, Macri sumará más de 60 audiencias bilaterales desde que asumió.

“Desde diciembre y hasta fin de año contando las visitas por venir, habrán visitado nuestro país 29 mandatarios. Se multiplicó la agenda de trabajo exponencialmente y las expectativas fueron superadas con creces», recalcó la canciller Susana Malcorra, uno de los miembros del gabinete que más activa estuvo este primer año.

El gesto aperturista más explícito fue tal vez el viaje oficial de Macrijunto a una nutrida comitiva al Foro Económico Mundial de Davos(Suiza), un encuentro internacional al cual nuestro país no asistía hacía trece años, en el que se reunió con Benjamin Netanyahu (Israel), Enrique Peña Nieto (México), Justin Trudeau (Canadá), la Reina Máxima de Holanda y un sin fin de empresarios internacionales.

Algo similar ocurrió con la primera participación argentina en la historia de la Alianza del Pacífico, cuya cumbre anual fue en julio pasado en Chile y a la que asistió Macri en calidad de invitado oficial.

MACRI Y OBAMA: LA VISITA QUE LO COLOCÓ EN EL MAPA

A fines de marzo, Macri recibió la visita de mayor impacto: BarackObama llegaba a la Argentina en viaje oficial de dos días, en lo que sería la primera visita de un presidente de Estados Unidos en casi dos décadas.

Entre las otras visitas destacables estuvieron la de los presidentes de Francia, Francois Hollande, el mexicano Peña Nieto, y los primeros ministros Matteo Renzi (Italia), Shinzo Abe (Japón) y de nuevo Trudeau(Canadá), en tanto, fuera de Argentina, Macri logró reunirse también con el presidente de China, Xi Jinping, y con las jefas de gobierno AngelaMerkel (Alemania) y Theresa May (Reino Unido), entre otros.

LAS DOS MANCHAS DE MACRI FRONTERAS AFUERA

Fue precisamente con May uno de los tropiezos de este año en la arena internacional: durante su viaje a la Asamblea General de la ONU, Macriafirmó tener en marcha negociaciones sobre la soberanía de las IslasMalvinas con el gobierno británico, a quien le adjudicó una presunta voluntad de comenzar un diálogo.

Enseguida, Reino Unido desmintió a Macri y la cancillería argentina debió a salir a enmendar lo que iba camino a ser un papelón internacional.

El affaire Malvinas fue el hecho en política exterior que fue criticado por casi todo el arco opositor y hasta por la cofundadora de Cambiemos, ElisaCarrió: el comunicado conjunto firmado entre Malcorra y el vicecanciller británico que anunciaba la puesta en marcha de conversaciones sobre más vuelos a las islas y la explotación hidrocarburífera.

El otro hecho que dejó en orsai al gobierno fue la elección norteamericana: dando por sentado un resultado que luego terminó siendo adverso, Macri, sus ministros y hasta el embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, apoyaron abiertamente a la demócrata HillaryClinton, quién terminó siendo derrotada por el magnate republicanoDonald Trump.

El resultado sorprendió a todo el mundo. Literalmente, a todo el mundo. Sin embargo, siendo Argentina un Estado soberano con miras de una inserción en el engranaje mundial, el haber elegido a un ganador de antemano hizo que dicha acción ser tomada como un “error amateur”.

MACRI Y EL PAPA FRANCISCO

Un párrafo aparte amerita la relación fluctuante y compleja con el papa Francisco, a quien visitó en Vaticano en febrero en una audiencia que disparó todo tipo de críticas por la frialdad de Bergoglio, con telón de fondo de una lluvia de interpretaciones por parte del heterogéneo grupo de autoproclamados «voceros» de la posición ideológica papal en Argentina.

Finalmente, la relación bilateral alejó los nubarrones -al menos por el momento- tras su nueva reunión en octubre pasado en oportunidad de la canonización del cura Brochero y también luego de los dichos al diario La Nación en los que calificó de «noble» y «buena persona» al Presidente.