Temer: la justicia lo absolvió por la campaña de 2014 y evitó su destitución
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil rechazó este viernes una demanda que pedía la anulación del mandato del presidente Michel Temer por financiación de campaña ilegal en 2014, en medio de una grave crisis política en el país sudamericano.
Los jueces del TSE descartaron con 4 contra 3 votos la denuncia contra la fórmula electoral que ganó las elecciones de 2014, en las que fueron reelegidos la ex presidenta Dilma Rousseff y Temer como vicepresidente. El último asumió el poder el año pasado tras la destitución de Rousseff.
La mayoría de los magistrados excluyó las denuncias hechas por la constructora Odebrecht, envuelta en varios escándalos de corrupción, de que aportó fondos ilegalmente a la dupla Rousseff-Temer.
El presidente del TSE, Gilmar Mendes, fue el encargado de deshacer el empate de 3-3 tras una jornada maratónica y cuatro días del tramo final del juicio, que empezó ya en 2014.
El proceso centraba el interés porque una condena era vista como una posible salida a la crisis que golpea desde hace tres semanas al Gobierno de Temer. El líder conservador está siendo investigado por denuncias de corrupción y se niega hasta ahora a dimitir.
El escándalo salió a la luz cuando se dio a conocer una denuncia del empresario Joesley Batista, dueño del gigante del sector de la carne JBS, que acusó a Temer de haberse beneficiado de sobornos pagados de su empresa para evitar ir él mismo a juicio.
Entre otras pruebas, Batista entregó a la Justicia un audio grabado a escondidas durante una conversación que tuvo con el presidente en la que éste parecía avalar el pago de sobornos.
La demanda contra la fórmula electoral Rousseff-Temer ante el TSE no estaba vinculada con ese caso, pero en Brasil se veía una posible condena como una forma de sacar a Temer del poder.
Incluso sectores políticos y económicos antes favorables al programa de reformas del presidente consideraban en tanto una anulación del mandato presidencial como una «salida elegante» para el golpeado político conservador.
La decisión del TSE, sin embargo, no pone un punto final a la crisis en torno a Temer. La fiscalía lo investiga por corrupción, obstrucción a la Justicia y asociación delictiva en base a la denuncia de Batista, y gran parte de la población, así como antiguos aliados exigen la renuncia del mandatario.
La crisis institucional alcanza al gigante sudamericano justo cuando empezaba a salir de una severa recesión que causó un desplome acumulado del 7,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015 y 2016.