Argentina ocupa el quinto lugar en el ranking mundial de depósitos en paraísos fiscales
La fuga equivale a casi 40 por ciento del PBI
Argentina ocupa el quinto lugar en el ranking mundial de depósitos en paraísos fiscales del mundo, solo detrás de Rusia, Arabia Saudita, Venezuela y Emiratos Arabes Unidos, que ocupa el primer puesto. De acuerdo a un paper publicado en el National Bureau Of Economic Research (NBER), hay mas 220.000 millones de dólares de argentinos en cuentas off shore, lo que equivale a casi el 40% del PBI argentino.
El 0,1% más rico concentra el 80% de la riqueza en cuentas off shore
El 8% de la fortunas de los mas ricos del mundo -el equivalente del 10% del PBI mundial- esta despositado en paraísos fiscales y cuentas off shore. Los datos surgen de un paper publicado por el prestigioso National Bureau of Economic Research de los Estados Unidos (que reúne a 26 premios nobel entre sus miembros y mas de 1.400 profesores en universidades de economía de norteamérica), lleva la firma de los economistas Annette Alstadsæter, de la Universidad Noruega de ciencias de la vida, Niels Johannesen de la Universidad de Copenhage y Gabriel Zucman, de la Universidad de Berkeley, quienes afirman en el trabajo nominado «Who owns the wealth in tax heavens? Macro evidence and implications for global inequality» que «la riqueza global aumentó considerablemente en los últimos cuatro decenios, ya que un número creciente de centros off shore han entrado en el mercado de la gestión de la riqueza transfronteriza, y la tecnología y la innovación financiera han hecho más simple la posibilidad de mover fondos».
La menor cantidad de depósitos en paraísos fiscales se encuentra en Corea y Japón
El estudio de Zucman, Johannesen y Alstadsæter analizaron los efectos de los paraísos fiscales en la desigualdad y los desagregaron por países. Así, los economistas encontraron que «mientras el 10% del PIB mundial se mantiene en los paraísos fiscales a nivel mundial, este promedio oculta una gran heterogeneidad. Los países escandinavos poseen el equivalente a sólo un pequeño porcentaje del PIB, pero la cifra se eleva a alrededor del 15% en la Europa continental, y hasta el 60% en Rusia, los paises del golfo pérsico o las naciones latinoamericanas». Los investigadores también señalan la cercanía que hay entre la historia política de los países que tiene una gran cantidad de capitales fugados y afirman que «el tamaño de la riqueza off shore no es fácil explicarlo por factores tributarios o institucionales. Entre los países con un gran stock de activos off shore, se encuentran autocracias (Arabia Saudita, Rusia), países con una historia reciente de gobierno autocrático (Argentina, Grecia), junto con las viejas democracias (Reino Unido, Francia). Entre los que tienen el menor stock de activos se encuentran países con impuestos relativamente bajos (Corea, Japón) al lado los países con impuestos más altos del mundo (Dinamarca, Noruega). En cambio, la geografía y las trayectorias parecen importar mucho y destacan por ejemplo como factor determinate entre otras causas, «la proximidad a Suiza -el primer país que desarrolló una industria de gestión de la riqueza transfronteriza, en la década de 1920-, la presencia de recursos naturales y la inestabilidad política y económica después de la Segunda Guerra Mundial».
En rigor, el artículo de los economistas forma parte de un proyecto más amplio, que tiene como objetivo de estudiar el tamaño y distribución de la evasión fiscal y su implicación en la desigualdad, donde se utilizaron una variedad de microdatos aleatorios, auditorías, fugas de instituciones financieras extraterritoriales (HSBC Suiza, Mossack Fonseca), y blanqueos fiscales para estudiar cómo la evasión varía con la riqueza. En ese estudio, los especialistas encontraron que la riqueza off shore se vuelve extremadamente concentrada y que el 0,1% más rico concentra cerca del 80% de la riqueza total en los paraisos fiscales, mientras que el 0,01% reúne cerca del 50% de los depósitos.
Los economistas destacaron también en el texto que «a pesar del progreso en la apertura del secreto bancario en los últimos años, se ha logrado muy poco en transparencia estadística y con excepción de Suiza, ningún centro financiero importante publica las estadísticas completas sobre la cantidad de riqueza extranjera administrada por sus bancos. Dicha opacidad hace difícil medir la evolución de la riqueza global y su distribución».