103 muertes: En 2017 aumentó 500 por ciento la violencia al colectivo LGBT
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT realizó un registro e indica que durante el 2017 hubo 103 crímenes de odio por orientación sexual, expresión e identidad de género.
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT registró que durante el 2017 unos 103 crímenes de odio por orientación sexual, expresión e identidad de género sucedieron en todo el país. Los casos de violencia física aumentaron 500% con respecto al año anterior.
Las cifras surgen de los medios de comunicación y las denuncias ingresadas a la Defensoría LGBT, ante las organizaciones de la Federación Argentina LGBT o documentados por el Centro de Documentación y Situación Trans de América Latina y el Caribe (CeDoSTALC).
Argentina, de 23 países en América Central y del Sur, está sexta en cantidad de muertes de personas trans ocurridas en los últimos 9 años.
El relevamiento fue realizado por el Observatorio junto con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires -a través de la Defensoría LGBT- y con la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA Red Nacional).
El informe pone particular énfasis en la violencia que sufre la población trans(travestis, transexuales y transgénero). Cabe destacar que es la identidad más violentada con el 61% de los casos registrados, 58% mujeres trans y 3% varones trans. En segundo lugar con el 30% se encuentran los varones gays y con el 9 % de los casos le siguen las lesbianas.
Del total de los crímenes de 2017, el 13% corresponde a asesinatos (la mayoría de mujeres trans) y el 87% a violencia física que no terminó en muerte.
Por otro lado, también señala y denuncia que las mujeres trans presas son expuestas a condiciones de detención contrarias a lo establecido por la de Identidad de Género y los tratados internacionales de DDHH. «Durante el año 2017 murieron Pamela Macedo Panduro, Angie Velázquez Ramírez, Brandy Bardales Sangama y Damaris Becerra Jurado. Todas ellas mujeres trans migrantes, privadas de libertad. Las mismas murieron por las condiciones de detención en las que se encontraban, por no recibir la alimentación correspondiente a su estado de salud, ni la atención médica acorde a las enfermedades crónicas que padecían», sostiene.