Bolivia confirmó un crecimiento del PBI de 4,7% y redujo la inflación a 3,5%
El contraste, entre el gobierno de Evo Morales con la crisis económica argentina producida por el macrismo, es lapidario. Sin excusas, sin tormentas, Bolivia ratifica su estabilidad y proyección a nivel nacional.
El Banco Central de Bolivia (BCB) ratificó este miércoles la proyección oficial de crecimiento de 4,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y redujo la inflación pronosticada a 3,5 por ciento como indicadores destacados de la estabilidad del país en 2018.
«Mantenemos la proyección de crecimiento y revisamos a la baja la proyección de inflación (…), esta expectativa de buen desempeño es compartida por organismos especializados en hacer proyecciones económicas», dijo en conferencia de prensa el asesor principal del BCB, Raúl Mendoza.
El funcionario divulgó las cifras en un acto de presentación del informe de política monetaria del primer semestre de este año, en el que destacó que las cifras macroeconómicas mantienen a Bolivia como uno de los países latinoamericanos con mayor desarrollo en la última década.
El relativamente alto crecimiento económico y el control de la inflación son logros que el presidente Evo Morales reivindica en sus discursos en distintas regiones del país.
Mendoza indicó que la perspectiva de cumplimiento de la meta de crecimiento anual de 4,7 por ciento establecida en el presupuesto nacional, se sustenta en que el aumento del PIB fue de 4,44 por ciento en el primer trimestre y se aceleró en los meses siguientes.
Sobre la inflación, confirmó que el Índice de Precios al Consumidor acumuló un alza de sólo 0,80 por ciento en los ocho primeros meses de este año, muy por debajo del índice anual proyectado de 4,5 por ciento.
«Estamos revisando a la baja esa proyección y señalamos que la inflación anual va a estar en torno a 3,5 por ciento, en un rango de entre 2,5 por ciento y cuatro por ciento», dijo el asesor del BCB.
Mendoza agregó que la economía boliviana está en condiciones de mantener su ritmo de crecimiento más allá de este año, con suficiente liquidez monetaria y sin necesidad de modificar el tipo de cambio, que se mantiene invariable en 6,96 bolivianos por dólar estadounidense desde octubre de 2011.