Sandleris, hombre de Dujovne y cercano al FMI, asumirá en el BCRA
Fueron muchos los indicios en los últimos días que hablaban de la mala relación entre los integrantes del equipo económico específicamente entre las cabezas Nicolás Dujovne y el ahora ex presidente del Banco Central. Hay en medio de toda esta historia una cuestión personal y otra cuestión eminentemente técnica. El acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional es claramente el acuerdo de Dujovne. El ministro de Hacienda es quien sigue adelante con toda la negociación y, para bien o para mal, es el responsable del resultado que se verá una vez que se cierre la negociación y se termine anunciando el nuevo acuerdo. Los antecedentes y los elementos de este ruido entre el Central y Economía son muchos. Nadie olvida que cuando Dujovne aterrizó en Washington para comenzar la renegociación del acuerdo con el FMI se enteró que el presidente del Banco Central no lo acompañaría recién cuando se equipo llamó al hotel en el que Caputo debería alojarse y se encontraron con que no estaba así. Fue quien ahora el Gobierno nombró como nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, el encargado de llamarlo a Caputo a Buenos Aires para certificar que el ex funcionario no sería de la partida en la negociación.
En los últimos días hubo también aquí en New York signos evidentes de las diferencias de criterio que había entre uno y otro. Ayer Mauricio Macri, en su reportaje ante Bloomberg Televisión, habló claramente del establecimiento de un sistema de cambios que trajera transparencia y tranquilidad a los mercados. El presidente ya incluyó ese cambio aún no confirmado oficialmente, dentro de los ítems que se están negociando en el acuerdo con el FMI.
Unas horas más tardes Nicolás Dujovne durante su charla con los periodistas que cubren aquí en Nueva York la visita del presidente, también confirmó que se hablaba de la posibilidad de instaurar una banda cambiaria sin precisar pisos ni techos en cuanto a los valores pero sí claramente implicando la inminencia de un cambio dentro de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional en cuanto al tratamiento del dólar en Argentina.
Este quizás debe ser uno de los temas más urticantes en el trato entre uno y otro funcionario. Ayer una de las cabezas de uno de los bancos extranjeros con operaciones más importantes en la Argentina confío que el doble comando entre Nicolás Dujovne en el Ministerio de Hacienda como un teórico y doctrinario y por el otro lado Luis Caputo en el Banco Central como un hombre del mercado era un dato positivo para la Argentina. Obviamente en ese momento el sector financiero no estaba al tanto de lo que sucedería hoy a la mañana con la renuncia de Caputo, aunque si todos sabían que la relación entre el ministro y el expresidente del Banco Central no pasaba por su mejor momento.
En esos términos la visita de Macri a Nueva York toma ahora un sentido estratégico totalmente distinto al que tenía incluso ayer. Macri hablará hoy ante la Asamblea de las Naciones Unidas pero este discurso se torna, si bien importante, secundario frente a la definición clave sobre el futuro del acuerdo con el Fondo y que el mercado tanto espera. En ese tema también aparece una de las diferencias que estalló más fuerte en los últimos días y que este medio relató en al menos en tres ocasiones: mientras el Ministerio de Hacienda hablaba de un acuerdo con el FMI para adelantar los fondos restantes de la primera negociación y al mismo tiempo una ampliación extra conservadora y que no podría superar los 5.000 millones de dólares, desde otras fuentes en la Argentina se hablaba de una precio mucho mayor inclusive que podría llegar a los 20.000 millones de dólares. Esta diferencia fue la que empezó a traer más nerviosismo en los mercados. Los operadores comenzaron entonces a exigir mayores precisiones sobre el momento en que se anunciará el acuerdo y cuáles eran las condiciones técnicas tanto en materia de régimen cambiario, fondos adicionales, y sobre todo el margen de maniobra que tendría el Banco Central para operar frente al dólar, es decir los límites que el FMI exigiría adentro del acuerdo. La expectativa entonces queda centrada en el mensaje que Macri dará hoy ante las Naciones Unidas sino a las 5 de la tarde cuando, según prometió Presidencia de la Nación, hablará ante los periodistas en Nueva York.